Cualquier estadística que se realice sobre la Universidad Nacional del Comahue (UNC) muestra a las claras que no existe discriminación en la utilización de los recursos destinados a las unidades académicas ubicadas en Río Negro.

El problema de la UNC no pasa por armar otra casa de altos estudios paralela en la región, es una cuestión de fondos.

Según los datos consignados por el Ministerio de Educación de la Nación, este año el presupuesto de la UNC superará los 100 millones de pesos, todo un record para este centro de estudios. Sin embargo, esta cifra no alcanza para cubrir los requerimientos de la universidad. Más del 90% de los fondos proyectados va directamente a gastos en personal y el monto restante se orienta a mantenimiento, un dato que muestra realmente lo comprometidos que están hoy los números de la UNC.

La crisis que sufre esta importante casa de altos estudios también se refleja en la evolución que muestran las estadísticas presupuestarias respecto de los alumnos que ingresan y se reciben año tras año. Cada temporada los requerimientos presupuestarios son mayores. Sin embargo, la cantidad de ingresantes cae significativamente, la deserción continúa creciendo en forma preocupante y son muy pocos los que tienen el privilegio de recibirse en tiempo y forma.

¿La salida está, entonces, en aumentar el presupuesto de la UNC? No caben dudas de que esto es clave para poder remontar la crítica situación que atraviesa la institución.

Sin embargo, si las autoridades de la UNC se quedan sólo en el reclamo de mayores fondos y no realizan cambios estratégicos en el destino de los mismos, dentro de un par de años el problema volverá a aparecer con la misma o mayor intensidad que se observa hoy.

Para encontrar un cambio positivo será decisivo emprender una nueva estrategia para el futuro de la universidad.