NEUQUEN (AN).- En alrededor de dos semanas se cumplirá el plazo en el que la constructora Riva se había comprometido a entregar las instalaciones del nuevo penal que el gobierno provincial licitó en el 2005. Es probable que los trabajos se extiendan un par de días, pero está terminada en un 96% y ahora resta determinar cómo se alimentará de electricidad (en pleno funcionamiento demandará 600 kilovatios de potencia).
Además, la fecha de inauguración responderá a decisiones políticas, pero lo más probable es que setiembre sea el mes elegido, al igual que con otras obras de importancia como la nueva Legislatura.
Si bien el presupuesto original era de 39.600.000 de pesos, debido a las actualizaciones de precios y a los certificados de redeterminaciones en la obra, se sumaron hasta el momento otros 19.700.000. Entonces, la prisión demandó hasta el momento alrededor de 60.000.000 de pesos, pero cuando concluyan los trabajos la cifra podrá incrementarse, ya que cuando la empresa entregue la obra podrá pedir una última adecuación de los costos.
Como por el momento el gobierno provincial no alcanzó un acuerdo con el Servicio Penitenciario Federal para trasladar a los internos de la U9, la demanda de energía podrá ser cubierta por el sistema montado para la construcción del edificio. A principios de agosto estará listo el proyecto con el que el ente de energía de la provincia (EPEN) planifica cubrir los requerimientos del penal y de otras zonas de la ciudad.
Según indicó el subsecretario de Obras Públicas, Ricardo Esteves, el estado de avance de la obra general está en un 96,44%, por lo que se llegará a tiempo para cumplir con los 720 días corridos planificados en el contrato, el 22 de julio.
Son tres las obras que resta terminar para que el penal pueda ser inaugurado: una sala de requisas de alrededor de 100 metros cuadrados, una derivación de la red cloacal y los últimos detalles de la conexión eléctrica provisoria. Por el momento varias plantas de la nueva prisión no serán utilizadas. Es que al no haber acordado con Nación el traslado de la U9, sólo se derivarán a los internos dependientes del sistema provincial.
Fuentes del EPEN informaron que el ente tiene planificada una obra para abastecer a toda la localidad.
La nueva prisión tendrá una capacidad de 600 internos, que podrán ser distribuidos en tres niveles según los niveles de seguridad necesarios. También contará con un sector destinado a la adaptación previa a la salida definitiva del penal. Una vez terminada la obra, el Ministerio de Educación, Seguridad y Trabajo determinará los tiempos para el traslado y las mudanzas, que hasta ahora sólo afectarán a la Unidad 11 (de Parque Industrial) y a los internos provinciales de la U9.