Al margen de lo político hay una cuestión de estilos. La primera dama comprobó en el viaje a Suiza por la cumbre de la OIT, lo difícil que será lidiar con los "muchachos", sobre todo cuando en pleno cóctel de la embajada argentina en suiza, un "moyanista" debió ser retirado alcoholizado en medio de un escándalo.
Un episodio que la marcó a fuego fue cuando le tocó confrontar directamente con la polémica figura de Luis Barrionuevo en la provincia de Catamarca, donde apoyó al Frente Cívico para evitar que el gastronómico llegara a gobernador. Además intentó expulsarlo del Senado tras haber sufrido una marcha en su contra en dicha provincia, con huevazos incluidos.
Barrionuevo dice lo que otros callan. En sintonía con lo que hace poco señaló "Chiche" Duhalde, expresó que "Cristina nunca vio un pobre de cerca".
La pelea que mantuvo la primera dama y ahora candidata K, en el último Congreso peronista con la esposa de Duhalde, fue el telón final de un partido peronista que no debate nada y elige sus candidatos a dedo. (H.C)