CIPOLLETTI (AC).- Parece que los casos resonantes de Cipolletti no pueden quedar con un solo juicio. Pasó con el segundo triple crimen, con la causa de Jorge Luis Ortiz y la de Yanet Opazo. Ahora, llegó el turno del expediente "Herrera, Facundo Javier; Torres, Pablo Esteban; Carilao, Luis Arnoldo s/homicidio en ocasión de robo". O más conocido como caso Suriani.

El Superior Tribunal de Justicia (STJ) decidió anular la sentencia que condenó a los tres imputados por la muerte del comerciante cipoleño y ordenó la realización de un nuevo debate. Hizo lugar así a los pedidos realizados por los defensores, quienes oportunamente se opusieron a la incorporación por lectura de los testimonios de dos personas que comprometían a sus clientes.

El 22 de agosto del año pasado la Cámara Primera del Crimen de Cipolletti condenó a Herrera, Carilao y Torres a 20 años de prisión por considerarlos coautores del delito de "robo con resultado homicidio en concurso real con portación de arma de uso civil sin la debida autorización legal". En la misma sentencia absolvió a Natalio Barrera Sandoval, quien fue juzgado por el delito de encubrimiento agravado.

Los defensores de los tres condenados presentaron recursos de casación y la causa llegó al STJ.

Los abogados decían que la sentencia se sustentaba "en prueba ilegal, que no fue incorporada al proceso en forma regular". Se referían a la inclusión por lectura de los testimonios de Rubén Esteban Montoya y Luis Alejandro Maripil, dos testigos que comprometían a sus defendidos. Ambos habían declarado en sede policial, con la presencia del fiscal, pero no del juez de instrucción.

Montoya y Maripil estaban citados para el debate y ni siquiera con la fuerza pública pudieron ubicarlos. Ante ello, a pedido del fiscal de Cámara Ricardo Maggi, el Tribunal aceptó incorporar sus relatos por lectura. Y luego los usó como prueba.

"Frente a la inconsistencia de las justificaciones ensayadas por Torres y Herrera, los coincidentes relatos de Maripil y Montoya, aunque acotados a lo esencial y de un modo indiciario el primero, cobran preponderante relevancia y ponen de resalto las respectivas mendacidades de ambos enjuiciados, conllevando a su vez la intervención de Carilao...", dijeron los camaristas en la sentencia.

Este reconocimiento fue valorado por el STJ. "No queda más que admitir que para la razón suficiente de la decisión condenatoria el tribunal a quo meritúa como decisiva la prueba testimonial incorporada por lectura en violación del derecho de defensa, de modo que, suprimida ésta, se ve afectada su motivación. Se trata así de una nulidad absoluta, declarable aún de oficio, pues lesiona la debida intervención del imputado en el proceso", entendió Alberto Balladini.

El juez explicó que el hecho de que el Estado haya realizado todos los esfuerzos posibles para hallar al testigo y para satisfacer la pretensión de la defensa de interrogarlo, "carece de toda relevancia", pues lo que se encuentra en discusión es otra cosa: "si la base probatoria obtenida sin control de la defensa es legítima como tal".

En coincidencia con el dictamen de la Procuradora General, Balladini propuso anular la sentencia y la audiencia de debate y remitir el expediente al tribunal de origen para que, con distinta integración, "continúe su sustanciación". Luis Lutz adhirió, mientras que Sodero Nievas se abstuvo.

En el mismo fallo el STJ decidió mantener firme la absolución de Barrera Sandoval, debido a que esta porción de la sentencia "ha quedado firme y consentida".

Ricardo Suriani fue asesinado el 23 de diciembre de 2004 cuando se resistió a un robo en su chacra, en Cipolletti.