Los conflictos que han remecido el Perú en estos últimos días y llevaron al gobierno a endurecer medidas con capturas de dirigentes y a los manifestantes a enfrentarse a la policía, pueden decaer si la convención de maestros este fin de semana acuerda levantar la huelga.
Un informe de la Defensoría del Pueblo señaló ayer que en 20 de las 25 regiones en el país hay conflictos, de los cuales en 16 existe presencia masiva de docentes que acatan una huelga indefinida desde hace nueve días.
En las regiones andinas de Arequipa, Puno, Ayacucho, Cusco se realizaron los más violentos enfrentamientos con la policía resultando agentes y huelguistas heridos.
La población de esas regiones no sólo se identifica con las demandas de los maestros, sino que además tiene su propia agenda de reclamos como la reducción de precio de los combustibles, construcción de carreteras, mejores precios y mercado para sus productos agrícolas.
En la localidad de Ciudad de Dios, región Arequipa (sur) unos dos mil manifestantes, que acatan hace cuatro días un paro regional indefinido promovida por el Frente Amplio Cívico, hirieron en la víspera a dos policías y retuvieron a seis agentes, liberados tras mediar el fiscal, el presidente de la región y el jefe policial.
El gobierno peruano endureció su postura ante una huelga general indefinida de maestros estatales, caracterizada por brotes de violencia, marchas, bloqueo de rutas y protestas en diversas ciudades del país, y la policía antimotines se enfrentó a los huelguistas. Pero se abrió una ventana para que los maestros levanten la medida de fuerza y de esta forma se reduzcan los conflictos en el país.