La ola de frío que está afectando esta semana a todo el país volverá a poner al límite el sistema energético.

Los efectos negativos de las bajas temperaturas sobre el abastecimiento de electricidad y gas en la economía regional ya comienzan a sentirse. Pero lo peor está por venir. De mantenerse las restricciones hasta fin de año, las pequeñas y medianas empresas proyectan un piso de pérdidas del orden de los 100 millones de pesos y la eliminación de algo más de 800 puestos de trabajo en la región.

Así lo consigna un relevamiento realizado por este diario a las principales firmas asentadas en la zona (ver infograma adjunto). Las empresas más afectadas son las que tienen un ciclo de producción continua, como es el caso de la industria de pollos o la frigorífica de la fruta. Las que tienen producción discontinua, como las cementeras o algunas de las empresas mineras, aún les queda un poco de margen de acción. Las fechas límites para volver a recomponer la demanda insatisfecha de energía va a estar definida en los próximos sesenta días. Si en la primera semana de setiembre las firmas de la zona no reciben el potencial de energía que hoy están reclamando en función del crecimiento proyectado para el año en curso, por cada una de ellas, la crisis económica repercutirá en forma directa sobre toda la región.

Pollolín es una de las empresas que presentan "producción continua" y una de las que más están sintiendo los efectos de la falta de energía. La firma, ubicada en Cipolletti, tradicionalmente para esta época demanda algo más de 800 megavatios, pero sólo le están entregando en promedio el 44% de esta energía requerida. La consecuencia de esta restricción se ve en una menor producción respecto de la proyección que presentaba, con bajas promedio del 25% y la suspensión de 120 trabajadores.

Otra de las empresas más afectadas por el recorte de energía eléctrica es la fábrica de Loma Negra, ubicada a pocos kilómetros de la ciudad de Zapala. La firma, que tiene una demanda promedio de algo más de 3.100 megavatios, hoy por las restricciones no recibe más de 1.600. La planta produce cemento portland y cal, con una producción anual del orden de las 30.000 toneladas. A fin de economizar energía en el período invernal, generalmente almacena materiales que son utilizados entre mayo y agosto. En setiembre debería comenzar a trabajar con alta demanda de energía. De no estar disponible la misma, las pérdidas económicas comenzarán a sentirse en los balances de la empresa y esto sin duda también repercutirá en la demanda de trabajo por parte de la firma.

La industria de jugos concentrados también se ve afectada por las restricciones. Las cuatro firmas regionales más importantes coincidieron en señalar que de no contar en los próximos treinta días con la energía para poder producir a pleno, las pérdidas económicas y la ruptura de los compromisos comerciales acordados sobre el principio de temporada complicarán seriamente el panorama para la actividad. En una situación crítica se encuentra también la industria frigorífica de frutas que teme que su oferta, hoy en las cámaras de frío, sufra procesos de maduración anticipada por la falta de energía que hoy está soportando en gran parte del día.

La mayoría de los empresarios consultados coincide en remarcar que hoy las firmas están "zafando" de las restricciones energéticas con suspensiones del personal o vendiendo stocks que tenían almacenados. Pero que este esquema no es sostenible en el tiempo (ver nota aparte). El gran interrogante está en saber cuánto durará este crudo invierno y si es que el gobierno analiza algún 'Plan B' si la crisis se acentúa después de agosto. (Redacción Central)