Un equipo especial de Naciones Unidas comenzó a investigar ayer el envío de más de mil mercenarios chilenos a la Guerra de Irak.

La delegación, que permanecerá una semana en Chile, es encabezada por el representante del grupo de trabajo de la ONU sobre contratación de mercenarios, José Luis Gómez, quien confesó que hasta ahora no ha podido ubicar a representantes de las empresas que prestan este servicio en el país.

"Chile -insistió- es uno de los países en donde han mandado a estas personas porque hay un vacío legal, entonces las empresas privadas envían a sus guardias de seguridad a las zonas de conflicto".

De acuerdo a varias informaciones, desde hace años ex soldados chilenos viajan a Irak para recibir sueldos millonarios en apoyo a operaciones de resguardo de empresas petroleras, preferentemente.

Gómez ya había alertado en febrero que los mercenarios son la segunda fuerza en Irak tras las tropas de EE.UU., aseguran estudios de la ONU.

Entre 30.000 y 50.000 soldados privados trabajan en Irak, en comparación con los 130.000 soldados de Estados Unidos o los 10.000 de Gran Bretaña. La contratación de estas personas -donde figuran ciudadanos de Perú, Chile, Colombia, Honduras y Ecuador- es posible gracias a enormes irregularidades y a vacíos legales.

Gómez señala que miles de ciudadanos latinoamericanos fueron llevados a Irak en condiciones inciertas, donde prima "el riesgo por sus vidas, el hacinamiento, muchas horas de trabajo sin condiciones de salud adecuadas".

Denunció igualmente que los trabajadores son contratados para labores de vigilancia, pero que -tras recibir entrenamiento militar- son destinados a "funciones no previstas" con lo cual quedan involucrados de lleno en el conflicto.

El español indicó que en varios casos la contratación la hacen empresas fantasmas que llegan a un país, abren una oficina por un mes, seleccionan el personal, lo contratan (o lo seleccionan para una futura contratación) y posteriormente desaparecen sin dejar rastro. "Es una forma de privatización de la guerra", denuncia la ONU. (DPA/AFP)