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Viernes 29 de Junio de 2007
 
Edicion impresa pag. 33 > Policiales y Judiciales
Piden 20 años por la violación de tres menores
La imputación fiscal es por hechos "reiterados y ultrajantes". La defensa reclamó absolución y atribuyó la denuncia a un despecho.
El defen- sor Tejeda alegó que no hay pruebas para una condena.
El defen- sor Tejeda alegó que no hay pruebas para una condena.
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NEUQUEN (AN)- La fiscalía pidió ayer 20 años de prisión para Juan Feliciano "Félix" Riquelme, al que acusó de los abusos sexuales reiterados y ultrajantes que sufrieron tres niñas de entre 9 y 13 años en el paraje China Muerta. En cambio el defensor reclamó la absolución por falta de pruebas, y dijo que a lo sumo podría atribuirse al detenido un abuso sexual simple, que es excarcelable.

Riquelme habló en la audiencia, y dijo que la denuncia en su contra había sido formulada por despecho por la madre de una de las víctimas.

El juicio culminó ayer a puertas cerradas, por las características del delito y por haber menores involucradas. Por el mismo motivo se mantienen en reserva las identidades. Se realizó en la Cámara Segunda, que integran José Andrada, Héctor Dedominichi y Emilio Castro. La sentencia se conocerá el jueves próximo.

Para la fiscalía, que estuvo representada por Alfredo Velasco Copello y Sandra González Taboada, quedó probado que Riquelme (42) mantuvo relaciones con las menores en su vivienda del paraje ubicado entre Plottier y Senillosa. La misma actividad desplegó en viajes que hizo con las niñas a Las Grutas y San Martín de los Andes.

En cambio el defensor Eves Tejeda opinó que no hay pruebas para demostrar la acusación. Incluso dijo que la que aparece en una foto con su cliente no es la menor sino la madre de ésta.

"Riquelme declaró, al final del juicio, que todo se desmoronó en un viaje a Las Grutas; ahí terminó su relación con esta mujer y por eso hizo la denuncia, por una especie de despecho", explicó Tejeda a "Río

Negro".

Hasta ahora se conocía una versión diametralmente opuesta: que en ese viaje a Las Grutas la mujer intuyó que algo pasaba entre Riquelme y su hija, la cual incluso se negaba a regresar con sus padres y quería pasar más tiempo con el imputado.

Las víctimas, hijas de crianceros y puesteros asentados en la zona, declararon mediante el sistema de cámara Gesell. Su testimonio, cuyo contenido no trascendió, quedó filmado y el video se proyectó en el juicio.

Al respecto Tejeda dijo que "la calidad de la filmación es muy mala, muy oscura, apenas se veía la cara y escuchaba el sonido. Así se pierde por completo el principio de inmediatez" que debe tener una declaración.

Riquelme solía contribuir económicamente con las familias de las niñas y también con la escuela del lugar, y su conducta nunca despertó sospechas hasta que la madre de una de las menores fue a la justicia de Familia a plantear que su hija no quería regresar a su casa.

Así comenzó una investigación, abordada como si fuera un problema de familia. Cuando se detectó la posible comisión de un delito sexual el expediente pasó a la fiscalía de Graves Atentados contra las Personas.

El sospechoso está detenido desde abril del año pasado.

 
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