El caso Dalmasso nació deforme. Pero los medios, y la tevé en particular, demuestran que aún se puede hacer más para maltratarlo, y maltratar en el camino la ya cuestionada tarea periodística que lo rodea. América Noticias, el noticiero que hace apenas un mes ganó tres Martín Fierro y celebró sobre el escenario la independencia y la ética del informativo a los gritos, tropezó anteayer con la piedra del morbo. A las 19, cuando el horario de protección al menor no deja ni la más mínima duda, pusieron en pantalla, durante veinte minutos, una serie de fotos del cadaver de Nora Dalmasso. Editaron el material con distintas tomas que permitían acercarse incluso más al cuerpo de la víctima, tendida en su cama, con las piernas abiertas y el lazo al

cuello para ver, en primer plano, las huellas de este misterioso crimen que ocurrió en Río Cuarto el 25 de diciembre de 2006.

"La lógica de la tevé no hace análisis", dijo al diario "La Nación", Cinthya García , la reportera que consiguió las fotos que se vieron en pantalla, como para defender la decisión del canal. Sin darse cuenta -como si se tratara de un acto fallido-, definió el peor costado de la pantalla chica.

La lógica de la tevé, en la lógica de García, es la del todo vale en nombre de los números del rating. Algo que, puestos a analizar los números que alcanzó el informativo, tampoco fue la salvación: América noticias midió apenas 1,4 puntos más que habitualmente. Pero fuera de los números, menudo favor le hace a la tevé, señalándola como un medio sin más pensamiento propio que el del negocio del morbo, capaz de vulnerar la intimidad y el respeto que se le debe a la víctima, y a sus familiares.

Pero García es apenas una reportera que consiguió -aún no está claro de qué modo y hay sospechas de que se pagaron 15 mil pesos-, las cuatro imágenes del cuerpo sin vida de Nora. En cambio, Román Lejtman, el periodista que logró fama por sus denuncias políticas en Página/12 y que ahora reemplazó al cuestionado Rolando Graña en el lugar de director periodístico de la emisora, es el verdadero responsable de lo que finalmente llega a la pantalla. Y su lógica fue la del "deber de informar", según dijo también al diario "La Nación".

Pero el "deber" de emitir esas fotos es, por lo menos, cuestionable sino totalmente repudiable. Y hacerlo además, en el horario de protección al menor, muestra una falta de respeto no sólo a la profesión que ejerce sino también al público que sigue ese informativo, y sobre todo a los menores que pueden haberlo visto.

Entre la lógica de la tevé que no hace análisis y el deber de informar se supone que hay diferencias. Grandes diferencias. Pero anteayer, a las 19, no quedaron claras.

VERONICA BONACCHI

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