Hace un mes este diario comprobó lo difícil que es conseguir una ambulancia en Bariloche. Un técnico que se encontraba reparando la caldera sufrió un pinzamiento en su columna y quedó imposibilitado de moverse. Su compañero reclamó el auxilio médico y por el tipo de lesión se requería una camilla ya que era imposible trasladarlo en silla de ruedas.
Durante media hora se intentó infructuosamente contratar el servicio de una ambulancia privada, pese a aclarar que se pagaría el servicio. "No trasladamos personas que no tengan obra social". "No tenemos ambulancia disponible para esa emergencia", fueron algunas de las excusas que efectuaron desde una de las empresas y desde un sanatorio privado.
Para solucionar el problema se tuvo que recurrir al hospital público, cuyo director, Felipe de Rosas, envió la ambulancia en 5 minutos.
TONCEK ARKO