BUENOS AIRES (ABA).- "Ahora se viene un "efecto contagio". Que el presidente Kirchner tome nota que hay oposición" fue la primera interpretación entusiasta que se escuchó en el búnker de Macri de un importante dirigente del PRO cuando faltaba un cuarto de hora para el cierre de la votación.

En el hipermoderno "Che Tango", enclavado en la Boca, que Mauricio Macri eligió para esperar los resultados finales de la elección de ayer, se buscó mostrar un entusiasmo moderado para no salir del perfil que su estructura Propuesta Republicana (PRO) buscó ofrecer durante toda la campaña.

Quienes primero se mostraron fueron Horacio Rodríguez Larreta, Jorge Macri, Paula Bertol, Diego Santilli, Eugenio Burzaco, el primer candidato a legislador Mariano Narodowsky y Enzo Pagani por Recrear; hasta que a las 17:50 apareció la vicejefa de Gobierno, Gabriela Michetti a bordo de una lujosa camioneta Kía.

Desde una pantalla con imágenes de recorridas de Macri por la ciudad como fondo, se difundió como primeros porcentajes: 44% para Macri, 25% para Daniel Filmus y 20% para Jorge Telerman. "Si tenemos menos del 45% va a haber ballottage, si no no creo", lanzó Federico Pinedo.

Aún cuando Bertol insistía en que Macri no dirá una palabra sobre candidaturas nacionales hasta después del 24 de junio (fecha de la segunda vuelta) las interpretaciones se hicieron inevitables. Para Burzaco la expresión de gran parte de la ciudadanía en favor de una oposición fuerte fue "más que clara", al tiempo que rescató lo que implica la Capital como señal hacia el resto del país.

Sin embargo, para Pinedo la gente apoyó con su voto una "propuesta local" a tal punto que consideró muchos de quienes respaldaron a Macri a nivel nacional votarían a Kirchner. Con esta última lectura coincidió el veterano demoprogresista, Rafael Martínez Raymonda: "También en Santa Fe muchos de quienes le van a dar el triunfo a (Hermes) Binner, en la elección nacional van a respaldar a Kirchner".

De todos modos, la victoria de Macri ya alcanzaba ayer algunas derivaciones: Una fue la rauda llegada de Juan Carlos Blumberg por quien hacía un fuerte lobby Jorge Macri para que lo acompañe en la fórmula. "Blumberg va a encabezar la lista, ya mide más del 25% aún cuando no se lanzó, pero esta victoria lo va a terminar de convencer", contaba un operador bonaerense que oficia como nexo entre PRO y el ingeniero textil.

Las dudas en el búnker macrista pasaban por como posicionarse ante Kirchner. "No vamos a caer en la confrontación, ya la gente habló en las urnas".

Mientras se deslizaba esa respuesta, "Río Negro" supo que en los jardines de la Casa Rosada una alta fuente murmuraba: "Macri todo este tiempo se la llevó de arriba, ahora empieza la verdadera campaña".

En lo que coincidía el macrismo con la interpretación del propio presidente Kirchner es en los dos derrotados de anoche: Elisa Carrió y Roberto Lavagna. La primera arrastrada por el derrumbe de Telerman, y el segundo por su rol timorato.

"Estuvo con nosotros, con Telerman y con (Claudio) Lozano, vemos que Lavagna tiene muy claro el rumbo" ironizó un vocero de Macri.

El otro interrogante era si de ser el "gran elector" le dan a Macri los tiempos para levantarle la mano a otro candidato para ir por la Casa Rosada en octubre.

CLAUDIO RABINOVITCH