HEILIGENDAMM, Alemania (AFP) - Unos 16.000 policías alemanes y una impresionante valla metálica garantizarán la seguridad en Heiligendamm y en la región norte de Alemania, ante la posibilidad de que esta semana se repitan los sucesos ocurridos en el G8 de la localidad italiana de Génova, en 2001, en el que murió un manifestante por disparos de la policía.
Para la policía, "la violencia de los militantes organizados alcanzó una dimensión nunca vista", que obliga a replantear las medidas de seguridad desplegadas hasta ahora, dijo un portavoz del sindicato de la policía, Konrad Freiberg.
Los responsables afirmaron que la violencia fue desatada por un grupo de "hasta 2.000 militantes autónomos que pertenecen al bloque negro", que sorprendió a la policía por su alto grado de organización y preparación. Incluso llegaron a atacar a agentes con
sustancias químicas.
La alambrada de Heiligendamm, de 11,6 km, que rodea la localidad y cuyo coste ascendió a 12,5 millones de euros, descansa sobre 4.860 bloques de hormigón de 900 kilos cada uno. La valla que rodea a este pequeño balneario, a la que la policía llama "barrera técnica", tiene 2,50 metros de alto y está coronada por alambre de espino, cámaras de seguridad y sensores de movimiento.
El cierre delimita una vasta zona de acceso prohibido, en la que viven 291 lugareños que podrán entrar y salir de sus casas gracias a una tarjeta de identificación. Otras 700 personas, entre traductores, empleados hoteleros, técnicos y agentes de seguridad, disponen de las preciadas tarjetas, indispensables para sus desplazamientos, eso sin contar a los numerosos periodistas acreditados del mundo entero. En el mar, una red flotante de varios kilómetros impide el acceso a todo aquel que carezca de autorización.
Las autoridades quieren impedir que unos 10.000 opositores altermundialistas, ecologistas, pacifistas o simpatizantes de extrema izquierda entorpezcan la cumbre . (DPA/AFP)