Michelle Bachelet salió a recuperar su extraviado liderazgo interno, poniendo sobre el escenario político un plan para atender demandas educacionales, sanitarias, habitacionales y regionales.
Bachelet intenta así a contener la brusca baja en su popularidad que cayó de 60 a 45% en tres meses, producto de problemas de corrupción de funcionarios intermedios, pero sobre todo por el fallido despliegue del nuevo modelo de transporte para la capital.
La liberación parcial de los 15.000 millones de dólares de ahorro público son estratégicos de cara a las elecciones municipales de 2008 y las presidenciales de 2009. Los anuncios surgieron luego que el gobierno no lograra alinear a los diputados y senadores de su alianza tras una estrategia más conservadora de inversión social. "La presidenta cedió razonablemente a las presiones", indicó el analista Patricio Navia. "Pero también creo que mantuvo sus prioridades. Las presiones eran a gastar más, pero Bachelet logró reposicionar los temas de su agenda. O sea, más que en gasto, mantuvo sus prioridades en inversión", dijo.
El ex gobernante demócrata cristiano Eduardo Frei calificó de "excelentes" los anuncios y dijo que marcan el "rumbo" político para una coalición que suma 4 gobiernos sucesivos. La mandataria debe ahora confirmar que será capaz de construir el sistema de protección social que prometió a tres millones de pobres chilenos. Será el único modo mantener a su alianza en el poder.