Si se considera al ojo como una máquina y hubiera que definir a cada una de sus partes con una función conocida, la retina es la "pantalla" donde se forma la imagen dentro del ojo, el fondo. Es la parte que está en contacto con el nervio óptico, que transmite los estímulos visuales al cerebro para que éste los interprete.

Anatómicamente, la retina es inaccesible para cualquier método de visualización directa. Y el ojo es una máquina tan delicada que no se puede realizar un estudio invasivo de la retina.

Por eso los especialistas aseguran que poder visualizar hoy las capas que la componen, por ejemplo, es un enorme paso adelante. Y eso es lo que se consigue hoy con el tomógrafo de coherencia óptica en tres dimensiones OCT-3D, por sus siglas en inglés: "Permite especialmente el examen de mácula", explica el médico oftalmólogo Santiago Castro Feijoo, del departamento de Retina de la Clínica de Ojos Dr. Nano, con sedes en la provincia de Buenos Aires y en Capital.

El equipo fue puesto en funcionamiento a principios de mayo en la sede Panamericana de esta clínica. "Así como la ecografía toma las imágenes de acuerdo con el rebote del eco ultrasónico, esta técnica se vale de un haz de luz", explica el especialista, "con lo cual, al ser la luz de longitud de onda más corta que el sonido, permite lograr imágenes con mucha mayor precisión que en una ecografía".

Las diferencias en el retorno de la luz en función de las diferentes texturas del los tejidos del ojo son las que permiten visualizar la diferencia entre las capas, con este sistema que, según explica Castro Feijoo, no requiere la inyección de una sustancia de contraste ni dilatación de las pupilas, como sí sucede con l mayoría de los estudios del interior del ojo.

Ojos para los ojos

El OCT-3D permite diagnosticar con precisión patologías oculares como la degeneración macular relacionada con la edad, retinopatías relacionadas con la diabetes y otras patologías de la retina, la mácula que es su parte central, responsable de la visión fina y el humor vítreo.

Mediante este "viaje" por el interior de los tejidos del ojo es posible examinar en detalle agujeros maculares, membranas epirretinales y pseudoagujeros maculares, y diagnosticar con precisión enfermedades como el síndrome de tracción vítreo macular, edema macular diabético, edema cistoideo, retinopatía central serosa, enfermedad de Best y Stardgardt y obstrucciones venosas.

El sistema se utiliza además para el seguimiento de distintas patologías y para evaluar el estado ocular previo y posterior a las cirugías, como método de medir resultados anatómicos. Requiere 3 segundos de exposición del paciente, durante los cuales se obtienen 128 imágenes tridimensionales del ojo, con distintos cortes que logran, por ejemplo, captar con perfección la topografía y el espesor de las diez capas que conforman la retina y los demás tejidos del ojo.

La principal diferencia con los tomógrafos oculares de generación anterior es la velocidad con que toma las imágenes 60 veces mayor y el hecho de que toma las imágenes en tres dimensiones. Su resolución es de 3 a 3,5 micrones, cuando la resolución del anterior equipo era de 8 a 10 micrones. Un micrón es la millonésima parte de un milímetro. Luego de obtenidas, las imágenes son digitalizadas y almacenadas inmediatamente, de modo que los especialistas pueden examinarlas y analizarlas luego, sin necesidad de que el paciente esté sometido más tiempo al estudio.