SAN ANTONIO OESTE (ASA)- La basura invade la ciudad desde cada punto cardinal. Rodea la ciudad, desde la zona de la Estanciera y el acceso por la "curva peligrosa" hacia el oeste, hasta Punta Verde y el camino de camino de circunvalación al este, el camino a Alpat al sur y a lo largo de toda la costanera hacia el norte.

Tampoco falta en los baldíos interiores y menos aún a la vera de la ruta que conduce a Las Grutas. Por todos lados, el crecimiento poblacional, la desidia de los habitantes y, fundamentalmente, la inacción municipal se suman para provocar que los residuos sólidos se encuentren dispersos y cada vez copen con su presencia los baldíos, los descampados, los médanos y los caminos rurales.

La problemática de la basura domiciliaria, afeando sitios costeros y poniendo en riesgo la salud humana es una de las grandes cuentas pendientes del gobierno de Adrián Casadei, tanto en su actual gestión como la anterior.

Al inicio de su mandato en abril de 2004 Casadei prometió luchar contra la basura. La presencia en el gabinete de Héctor Larregui, un ex funcionario de la municipalidad de Laprida -ciudad emblemática en cuanto al tratamiento de los residuos sólidos- fue el argumento que fundaba aquel compromiso.

El entonces edil vecinalista, Juan Carlos Irízar, creyendo aquellas promesas hizo varios viajes con Larreguy y otros funcionarios a Laprida a conocer la planta de tratamiento. Rápidamente se iniciaron charlas en las escuelas porque la primera etapa del proyecto era concientizar a la comunidad para la separación de residuos hogareños. En 2004 el proyecto de la planta figuraba en el presupuesto con un monto de 100 mil pesos. Al año siguiente volvió a aparecer con una partida de 50 mil pesos, al igual que en 2006 cuando se preveían otros 50 mil para una supuesta segunda etapa. Nunca se puso un ladrillo ni siquiera de la primera etapa.

Este año, vuelve a aparecer el mismo concepto, esta vez por 210 mil pesos, presupuestados para la planta de tratamiento.

Sin embargo, la basura es una problemática sin solución. En estos años, concejales opositores han presentado varios pedidos de informes referidos al tema pero nunca respondidos por el Ejecutivo. La basura sigue invadiendo la ciudad, mientras la planta de tratamiento figura en los papeles, pero su ejecución siempre se ve demorada por otras prioridades.