EDUARDO DARIO ARMER
En mi vivencia de tantos años en la actividad deportiva, me ha tocado escuchar la opinión de transitorios dirigentes, como si fueran expertos en la materia, posicionados por estar en un lugar normalmente vacío. Sin contar con antecedentes o historia, se creían autorizados a emitir opiniones con total libertad.
Uno se pregunta: ¿fundamentado en qué? ¿cómo llegaron? ¿de dónde salieron? ¿por qué estaban? Algunos no tenían ni cinco minutos dentro de la actividad y esgrimían discursos con suprema autoridad (opinólogos). La existencia de estos iluminados de sabiduría revelada, no es por generación espontánea, encuentran un espacio que no ocupa alguien idóneo.
A veces lo tomo con preocupación, otras como un chiste de la vida y me digo esta película ya la vi. La historia vuelve a repetirse y hoy le toca a Olimpia de Venado Tuerto, que en su haber tiene logros importantes -campeón de Liga Nacional y Sudamericano-.
La actual conducción a cargo de la institución, un órgano Fiduciario, cedió el manejo del básquet profesional a un gerenciamiento unipersonal. Los actores, cuerpo técnico y plantel de jugadores, han salido a denunciar las constantes irregularidades que padecen. Viven una realidad difícil, de la cual me atrevo a opinar, porque conozco a los protagonistas que la experimentaron y los que la siguen viviendo. Con la irónica situación, que es uno de los equipos en condiciones de acceder a la máxima categoría.
Estos personajes ven la posibilidad de un negocio, acceden a un puesto y encaran con total ignorancia y atrevimiento emprendimientos deportivos, como si se tratara de una oportunidad más. Basado en los interrogantes anteriores, preocupa que toman decisiones sin conocimiento de los temas, sólo lo hacen por el lugar que ocupan (normalmente transitorio), ya que por sus propias y consecuentes acciones, son desplazados o abandonan cuando se dan cuenta (lo más difícil) de que no están en el lugar adecuado.
Varias instituciones padecieron realidades idénticas, con distintas estructuras, en los últimos años. ¿No se aprende de experiencias ajenas? ¿por qué no copiar a los que triunfan? Cada año que pasa, se repiten errores.
Da para reflexionar: "Qué fuerte es nuestra Liga Nacional, a pesar de...sigue existiendo".
