ROCA (AR).- El magro crecimiento de la recaudación en Río Negro y las dificultades financieras que obligan a renovar todos los años un acuerdo con Nación por la deuda provincial fueron criticados ayer por el intendente de Roca, Carlos Soria.

"Para pagar (los sueldos) yo no tengo que pedir plata prestada. Yo no hago cronograma porque pago todo junto el día 28 y el aguinaldo también va todo junto, no en 12 cuotas", sostuvo el mandatario roquense.

Soria también se diferenció de la gestión radical en la provincia al afirmar que "tanto los 700 empleados míos (del municipio) como los 36 mil de la provincia fueron designados por los inútiles que gobernaron 24 años, porque yo no designé ni uno".

El intendente respondió preguntas antes de la recepción a Karina Rabollini, esposa del vicepresidente de la Nación, Daniel Scioli. Allí se refirió al estado de su par de Bariloche, Alberto Icare, destacando que su mayor preocupación tiene que ver con la salud del mandatario. "Creo que alguien que es capaz de dejar la vida por la política merece un reconocimiento muy especial", dijo.

Sobre la candidatura a legislador de su hijo mayor, indicó: "Martín me sorprende a cada minuto, porque no sólo actúa con una solvencia propia de los jóvenes que se prepararon sino que además es mucho más serio y responsable de lo que imaginaba. Tiene una conducta y una altura que lo distingue totalmente de mi forma de ser".

Por último, hizo una "recomendación" a Pablo Verani. "Si él dice que es mi maestro, debe tener razón, si él quiere pulsear, pulseamos, pero me parece que no hace falta, yo soy un poco más joven", ironizó.