SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- Con una defensa abierta de su gobierno y críticas surtidas para quienes lo precedieron, el intendente Alberto Icare celebró ayer el aniversario de Bariloche a través de un mensaje público en el que también intentó disipar dudas sobre su estado de salud.

"Quiero llevarle tranquilidad a los vecinos de Bariloche de que me encuentro bien, con ganas de hacer muchas cosas más de las que hice por mi ciudad", refirió Icare.

El discurso fue leído por el secretario de Gobierno, Adolfo Fourés, ya que el intendente continúa de licencia debido a la última recaída que padeció relacionada con su diabetes.

Icare no hizo referencias puntuales sobre la gravedad de su estado, y a quienes sugieren que debería dar un paso al costado les dedicó una respuesta que sonó tajante y dramática: "seguiré dejando lo que sea necesario hasta el último segundo de mi vida, junto a mi equipo de gobierno, para llegar a la ciudad que todos soñamos".

El mensaje incluyó un sintético repaso de gestión, con infaltables referencias a la obra pública y al pago de la deuda municipal.

El intendente remarcó que durante su gobierno la municipalidad "dejó de estar administrada por una o dos personas", ya que su decisión fue formar "un equipo de gobierno, con gente joven, capacitada y con mucho entusiasmo".

Dijo que cuando le tocó asumir abundaban los reclamos sociales y salariales y decidió ponerse "al frente de esa crisis y enfrentar las adversidades a pesar de que los problemas sobraban y las soluciones no estaban al alcance de la mano". Sostuvo que "todo ese esfuerzo que era casi inhumano y las horas dedicadas para encontrar la salida dieron resultado".

El balance tuvo el tono de los que sirven de apertura a las sesiones legislativas, que este año Icare había cumplido con un discurso breve e improvisado por su imposibilidad de leer.