La reunión entre el presidente Néstor Kirchner y el obispo emérito Joaquín Piña (Puerto Iguazú) no logró bajar la tensión entre Gobierno e Iglesia e inclusive disparó suspicacias en cuanto a la oportunidad y forma de hacerlo.

El Episcopado evaluó como una intervención personal la visita del prelado misionero a la Casa Rosada, que no debe mezclarse -aclaró- con el camino de diálogo institucional que encaró la cúpula que encabeza el cardenal Jorge Bergoglio (Buenos Aires).

"Nos interesa que quede clara la diferencia entre lo 'institucional' y lo 'personal'", dijo a el vocero del Episcopado, presbítero Jorge Oesterheld.

El portavoz eclesiástico evitó, sin embargo, calificar o cualificar el encuentro entre Kirchner y Piña.

Pero otras fuentes religiosas dejaron trascender que los obispos interpretaron el resultado de la reunión como "una inoportuna presión" para que la cúpula episcopal apure un pedido de audiencia con el jefe de Estado.

Bergoglio, enojado

Por su parte, el cardenal Jorge Bergoglio se quejó ante el obispo emérito de Puerto Iguazú, Joaquín Piña, porque el presidente Kirchner lo ha "tomado" como que es "el jefe de la oposición", según contó el religioso misionero.Piña dijo al salir que el Presidente se manifestó "abierto" a dialogar con el cardenal Bergoglio, quien es visto en la Casa Rosada como el "líder moral" de la oposición.

No obstante esa intervención, Oesterheld recordó que "el Episcopado no modificará el plan de diálogo trazado.

Primero el Poder Judicial, después el Legislativo y finalmente el Ejecutivo".

El punto de partida fue el encuentro "protocolar" que la Comisión Ejecutiva mantuvo en diciembre con los ministros de la Corte Suprema Enrique Petracchi y Ricardo Lorenzetti.

El objetivo eclesiástico -según dijeron- era abrir un espacio de diálogo con los tres poderes del Estado, a fin de poder establecer consensos que permitan superar la "excesiva fragmentación social".

La segunda instancia en ese camino era llegar al Congreso para entrevistarse con los presidentes del Senado, Daniel Scioli, y de Diputados, Alberto Balestrini, y los obispos formalizaron el pedido de audiencia. Pero la respuesta de los referentes del Poder Legislativo no llegó y la Iglesia interpretó el silencio como un rechazo e hizo trascender su malestar.

Cuando se concrete, el Episcopado dice que se comunicará con la Casa Rosada para pedir en forma oficial una audiencia con Kirchner. (DyN y Télam)