SAN MARTIN DE LOS ANDES (ASM).- El conflicto entre los municipales agremiados a UPCN y la administración del intendente Carro ingresó ayer en un punto muerto de las negociaciones, que disparó el recrudecimiento de las medidas de fuerza ante la negativa del gobierno a conceder el ajuste salarial demandado por los trabajadores.

Tras una tensa reunión con buena parte del gabinete municipal, los dirigentes de UPCN comunicaron la negativa oficial a la asamblea, que decidió mantener el paro por tiempo indeterminado.

La medida de fuerza afecta a sectores administrativos y de servicios públicos, aunque es parcial en el conjunto de la actividades del municipio, ya que el conflicto sólo alcanza a los afiliados a UPCN y no a los de ATE. Ambos gremios se distribuyen el grueso de la representación de los casi 400 agentes de la comuna.

Precisamente, esa diferenciación está en el núcleo de la disputa, por cuánto el municipio mantiene el reajuste acordado con ATE hace tiempo atrás y que consiste en una suma fija para las categorías menores, que se viene pagando desde octubre del año pasado, y una recomposición del 20 por ciento para todo el escalafón, que se hará efectiva a partir del 1 de julio próximo.

Los de UPCN, en cambio, exigen la asignación de un cifra que ronda los 350 pesos remunerativos y bonificables, con especial efecto en los salarios más bajos de la carrera municipal.

Desde el Ejecutivo se afirma que esa recomposición significaría un incremento adicional de 1.750.000 pesos sobre la masa salarial proyectada para el actual ejercicio -aunque el Presupuesto 07 aún no fue aprobado-, suma que no se puede afrontar -dicen en Hacienda- con los recursos disponibles.

Asimismo, se dejó entrever que la protesta de la UPCN tiene un fuerte contenido político a la luz de las elecciones del 3 de junio.