CENTENARIO (ACE).- El barrio Trahun Hue está convulsionado desde el fin de semana, cuando la versión de la presunta violación de una menor de menos de un año y medio de vida conmocionó a los vecinos.

Hasta ayer no había detenidos, aunque en un primer momento hubo un sospechoso -concubino de la madre de la bebé- que estuvo demorado en la comisaría Quinta.

Luego de dictámenes médicos contradictorios respecto al origen de las lesiones que presentaba la víctima, el hombre fue liberado aunque sigue sujeto a la investigación.

Tras una asamblea de vecinos en la que se discutió la situación, varias mujeres lograron el martes el consentimiento de la madre para que sus otros hijos, también menores y que permanecían en la vivienda con el sospechoso, quedaran a resguardo de las vecinas mientras se aclaraba la situación.

La causa está bajo la órbita de la fiscalía de Graves Atentados contra las Personas y en el marco de la investigación, se enviaron a peritaje la ropa de la víctima y sábanas secuestradas en la vivienda.

El hecho habría ocurrido el viernes cuando la bebé y varios de sus hermanitos -todos menores de 10 años- habrían quedado a

cargo de una adolescente de 14 años que estaba junto con otros amigos mientras la madre fue a la guardería.

A los 20 minutos uno de los niños llegó corriendo adonde estaba su madre -a pocas cuadras del lugar- y le dijo que la bebé, de un año y cuatro meses de edad, estaba ensangrentada.

Cuando la mujer llegó al hospital Natalio Burd, los médicos diagnosticaron que podría tratarse de un presunto abuso sexual y la derivaron al Castro Rendón.

En la capital neuquina debió ser intervenida quirúrgicamente debido a las lesiones sufridas en la zona genital. También comprobaron que presentaba lesiones "cortantes y contusas" en la parte izquierda de su cuerpo.

Desde la comisaría Quinta se indicó que el sospechoso que fue demorado en el hogar de la mujer es un joven que hace un poco más de un año mantendría una relación con la madre.

Sin embargo fue liberado luego de que se conociera un segundo dictamen médico que indicó que las heridas de la bebé no corresponderían a un abuso.

Mientras la madre continúa en el Castro Rendón con su beba, sus otros tres hijos y un sobrino a su cargo -que también tendría menos de diez años- permanecieron en la vivienda donde se habría desarrollado el episodio.

Ante las sospechas de algunas vecinas respecto a la presunta situación de abuso, los niños fueron sacados por varias mujeres de la casa para alimentarlos y enviarlos a la escuela, con la anuencia de la madre que permanece en la internación pediátrica.

En cuanto al sospechoso, su presencia en la vivienda de Centenario sería esporádica.