CIPOLLETTI (AC).- Fue detenido un policía que prestaba servicios en la comisaría Cuarta de esta ciudad, como presunto autor del crimen de Laudelino Muñoz (39), ocurrido el lunes 26 de febrero pasado en un paseo público de la periferia cipoleña.

El caso se estaba investigando en la esfera del juzgado Penal 23 de Alejandra Berenguer, y en mérito de pruebas contenidas en la instrucción, la magistrada ordenó la detención del policía el lunes último, pasado el mediodía.

Se produjo en el marco de un allanamiento en su domicilio de un barrio cercano a la calle Esquiú.

Luis Salinas, el comisario Jefe de Distrito de Cipolletti, con base en la comisaría Cuarta, confirmó la detención y dijo que el hombre (podría ser de grado de suboficial, de uno de los rangos más altos, aunque no se pudo corroborar), se hallaba fuera de servicio porque estaba siendo sometido a un tratamiento psicológico.

Ensangrentado, el cuerpo de Muñoz, tirado de bruces y boca abajo en el Parque Norte, fue descubierto aquel lunes 26 de febrero por una señora que en forma habitual hacía sus recorridas por ese principal paseo público de la periferia de la ciudad, uno de cuyos límites es la histórica calle La Esmeralda.

De acuerdo con los forenses, el hombre había recibido cinco puñaladas en la espalda y después de esos puntazos certeros y con saña, soportó (por el hecho de haber sido hallado boca abajo en un gran charco de sangre) un cuchillazo "a deguello" que casi le secciona la cabeza.

El cuarto en sólo un mes

El hecho conmocionó a la población local y de la zona porque era el cuarto crimen que se producía en menos de un mes en Cipolletti.

El 31 de enero había muerto el taxista José Vázquez, al día siguiente murió apuñalado por su mujer Pablo Silva, el 18 de febrero fue el turno de un jovencito

cipoleño de 17 años, y el 26 a Muñoz.

La matanza del homosexual habría tenido lugar en la madrugada del lunes, en un extremo del parque, muy cerca de la avenida La Plata Este.

Según reconoció la propia fuerza, Muñoz "era conocido en la zona, especialmente por personal policial, porque era homosexual, y sabía ejercer su "trabajo" en algunas calles de la ciudad".

Berenguer, con el apoyo de la fiscal Rita Lucía, evaluó todo el fin de semana -en un marco de cerrado hermetismo, porque además estaba a plena marcha con la causa del hallazgo de los restos óseos en la usina de El Treinta, que podrían pertenecer a la desaparecida Otoño Uriarte- el expediente y definió la detención del policía.

Hubo un allanamiento y el hombre primero fue alojado en la comisaría Cuarta y a posteriori trasladado, acusado del homicidio, a la alcaidía de Roca.