BUENOS AIRES (Télam).- Manuel Belgrano, el más católico de los jefes revolucionarios de 1810, tuvo que desafiar en su campaña al norte, una breve nota del papa Pío VI en la que condenaba la acción subversiva en las colonias americanas y exigía fidelidad a los reyes borbónicos. Pero San Martín, que era masón, protestó por la normalización de las relaciones con la Iglesia universal resuelta años después por Juan Manuel de Rosas y pidió irónicamente por carta a su pariente y canciller Tomás Guido ser nombrado obispo de Buenos Aires, una forma de ridiculizar esas designaciones.

Con datos sobre el conflicto histórico entre el Estado argentino y la Iglesia Católica, el historiador Felipe Pigna dio un marco a la presentación en la Feria del Libro de "Cristo vence", el último trabajo del periodista y escritor Horacio Verbitsky.

Concebida como una "historia política de la Iglesia Católica en la Argentina", lo que equivale a una historia nacional tomando a la Iglesia romana como hilo conductor, se trata de una obra destinada a levantar polémica.

Sin embargo, el hecho de que en las 340 páginas de este tomo se incluyan 1380 citas documentales dan cuenta del rigor de este trabajo, basado en el acceso a los archivos hasta ahora desconocidos (y negados) del Episcopado Argentino y de su cotejo con los de la Secretaría de Culto de la Cancillería.

"Cristo vence" recorre las ríspidas relaciones entre el Estado laico y liberal consolidado por Julio Roca, el presidente que a fines del siglo XIX expulsó al representante vaticano por intromisión en la política interna, hasta la exitosa recolonización católica del Esta do a través de los golpes del 1930 y 1943.

Este tomo culmina con la estruendosa ruptura entre Perón y la jerarquía eclesial que precipita su caída en 1955 y en la que el autor aprecia un choque frontal entre dos concepciones sobre el origen del poder: la divina y la popular.

El autor anunció ya que está escribiendo un próximo volumen sobre las presidencias de Lonardi a Onganía, ambos surgidos de golpes de indudable cuño católico. El tema que por lo pronto da título a este primer libro es el emblema -una cruz posada sobre una V- que los aviadores navales pintaron en las alas de sus aviones el 16 de junio de 1956, cuando bombardearon a población civil en la Plaza de Mayo.

RUBEN FURMAN