Un documento oficial que desde mediados de marzo está en poder del Superior Tribunal de Justicia advierte numerosas actitudes policiales sospechosas, contradicciones y elementos que no fueron tenidos en cuenta en la investigación del caso Otoño.
La información a la que accedió este diario permite conocer cuáles fueron las principales anomalías detectadas:
" El subjefe de la Policía, Víctor Cufré, se puso al frente de la investigación de inmediato. En su trayectoria dentro de la fuerza, Cufré fue comisario en Fernández Oro. Sin embargo, ni el conocimiento sobre la sociedad orense ni la numerosa prueba existente para inferir que se trataba de un secuestro impidieron que asegurara públicamente que Otoño se había ido por sus propios medios. A pesar de los pedidos de la familia por la confusión que se produjo en la comunidad tras esas declaraciones, nunca se retractó.
" Mientras que se suponía que de modo inmediato se habían realizado las comunicaciones de rigor a las otras policías, Gendarmería, Prefectura y Migraciones, del contacto que tuvieron los familiares con algunas de ellas se ha certificado que en ningún momento se les informó de la búsqueda de paradero de la menor. Aparece entonces la duda si efectivizó alguna comunicación y si no se cumplimentó la medida, quién y por qué dejó de hacerlo. Los familiares pidieron saber esto a las autoridades, pero no tuvieron respuesta.
" Desde el Programa Anti Impunidad del Ministerio de Justicia de la Nación se ofreció y reiteró muy importante colaboración en la investigación. Entre lo ofrecido estaban aviones de la Fuerza Aérea para la observación de movimientos de tierra y rastrillaje, recursos para el seguimiento de comunicaciones y la intervención de personal especializado en el tráfico de menores y prostitución. No obstante no hubo aceptación alguna de lo ofrecido privándose a la investigación de este valioso aporte.
" El recorrido de un patrullero durante la noche de la desaparición de Otoño generó fuertes contradicciones. Los cuadernos de registro de la comisaría de Fernández Oro y los testimonios de uniformados no son coincidentes. Cuando los familiares reclaman que se permita que los perros de la propia policía entrenados para la pesquisa realicen un reconocimiento del rodado, se encuentran con la total negativa de los uniformados, que impiden que se concrete la medida.