Con las esperanzas renovadas, un gran optimismo e intentando rescatar los valores culturales que hicieron al desarrollo del pueblo, los comallenses festejan hoy un nuevo aniversario de la fundación de la localidad. Y en estos 89 años de vida muchos son los motivos para celebrar y, como lo vienen haciendo desde 1999, los festejos del aniversario coinciden con la realización de la Fiesta Provincial de la Cordialidad, un evento que intenta rescatar a través de distintas actividades a desarrollarse durante cuatro días el folclore, la doma y las destrezas criollas, valores culturales que hacen al origen de un pueblo de mapuches e inmigrantes que nació y se desarrolló con la construcción del ferrocarril al Nahuel Huapi y hoy sueña y se ilusiona con la concreción del asfalto de la Ruta Nacional 23.
Cada año, la Fiesta de la Cordialidad reúne a miles de personas de distintos pueblos de la Región Sur rionegrina y también de las grandes ciudades de la provincia y viene mostrando un gran crecimiento.
Como ocurre actualmente en la mayoría de los pueblos de la Región Sur rionegrina, productores de ovejas, el buen año y la estabilidad del mercado lanero está teniendo un impacto muy positivo en la economía local. A esto se le suma la producción de alfalfa y de ladrillos que, como un efecto cascada también pasan por un buen momento.
Por eso, respecto a otros años, la situación del pueblo hoy es muy diferente. Se ha reactivado la obra pública y privada y mejorado la economía local. "No nos podemos quejar. Nos animamos y abrimos hace tres años y nos está yendo muy bien. Creo que es una señal de que la situación ha cambiado y para bien", señala el comerciante Gustavo Hermosilla.
Y como él, muchos vecinos siguen apostando al crecimiento de Comallo. Inclusive aquellos que durante la década del 90, cuando el campo no era rentable, partieron a las grandes ciudades en busca de mejores condiciones de vida y hoy comienzan a volver para radicarse nuevamente en su pueblo natal. Es que las perspectivas son muy buenas. El avance de la pavimentación de la Ruta Nacional 23 viene "viento en popa" y se estima que en dos o tres años el asfalto llegará a Comallo. Y los vecinos quieren estar preparados para recibirlo porque creen que es el camino para lograr el ansiado y definitivo desarrollo.