NEUQUEN (AN)- "Alcancé a decir 'vamos a hablar' y ahí cobré", relató Gerardo Hettinger, ex administrador del Instituto de Seguridad Social de Neuquén, al referirse a las agresiones que sufrió el 9 de enero de 2002. Pero fue claro al señalar que ese día "a Julio Fuentes no lo vi", y respecto del hombre que le dio la primera trompada, explicó: "una de las personas que estaban ahí me dijo que el que me había pegado se llama Pérez, pero no lo conocía de antes ni volví a verlo después". Uno de los imputados tiene ese apellido.
Además, Hettinger afirmó que no se le cruzó por la cabeza dejar el cargo después de esas agresiones. "Renuncié el 29 de diciembre del año pasado por jubilación", dijo.
El ex administrador del ISSN fue el testigo central de una maratónica jornada judicial que comenzó a las 10 de la mañana y terminó a las 20. Fue la primera audiencia del juicio oral contra Fuentes y otros 13 militantes estatales acusados de varios delitos: coacción agravada, lesiones graves y daño doblemente agravado.
Pero tras la declaración de Hettinger, todos los imputados respiraron con alivio porque la víctima (y, en su calidad de querellante, impulsor de la acusación) no pudo identificar a ninguno de quienes lo golpearon. El cargo de coacción agravada también tambalea, porque según el mismo Hettinger, no se enteró en ese momento ni después cuál era el objetivo de la movilización que terminó con incidentes.
En aquel enero de hace cinco años, varios de los imputados estuvieron presos acusados de coacción porque se dijo que el objetivo de la marcha era lograr la renuncia de Hettinger.
Los acusados son, además del candidato a gobernador Fuentes, Horacio Fernández, Hilda Locatti, Miguel Peralta, César Sagredo, Patricia Fuentes, Rosana Zanellatto, Vanesa Ferreyra, Miguel Sánchez, Patricia Quilapán, Ricardo Pérez, Selma Quinteros, Alejandra Barragán y Juan Castillo.
Del juicio participan tantos abogados como imputados. Los camaristas son Mario Rodríguez Gómez, Luis Fernández y Carlos Sierra; la acusación está a cargo del fiscal de Cámara Rómulo Patti; el fiscal de Estado Raúl Gaitán y el querellante Marcelo Inaudi, mientras que como defensores se desempeñan Juan Manuel Salgado, Mariano Mansilla, Asunción Miras Trabalón, Vaniria Mela, Juan Kairuz, Ivana Dal Bianco y Leopoldo Denaday.
En el inicio de la audiencia, las defensas presentaron pedidos de nulidad para impedir el juicio pero todos fueron rechazados. En horario matutino declararon Fuentes y Fernández, quienes negaron haber participado de la paliza que sufrió Hettinger y le dieron contexto histórico a los hechos.
A la tarde fue el turno del ex administrador. Los episodios de los que fue víctima son dos: el 30 de octubre de 2001 un grupo de manifestantes irrumpió en su despacho, lo insultó y rompió algunos elementos. El 9 de enero de 2002 hubo otra irrupción que derivó en agresiones físicas.
Hettinger, quien pidió declarar dándoles la espalda a los imputados, señaló que en el hecho del 30 de octubre "estuve privado de mi libertad en mi propia oficina por la actitud patoteril" de los sindicalistas. Y en los del 9 de enero sufrió la paliza pero no pudo identificar a los autores.
"Me gritaban 'andate hijo de puta, te vamos a matar', me pegaron, me tiraron una jarra de agua, me tiraron de la corbata, me tiraron por la escalera (estaba en el cuarto piso), pegué contra un vidrio que da al vacío, y al final me vaciaron una botella de yogur en la cabeza". Sufrió serias lesiones, entre ellas fractura de dos costillas. Pero entre las casi 40 personas que estuvieron allí, no pudo identificar a ninguno de quienes le pegaron.