Los detalles de la autopsia que se hizo en la morgue porteña el 2 de diciembre de 2002, y que permitió develar que María Marta había recibido cinco balazos en la cabeza también centraron la atención en la audiencia de ayer.
Los forenses Carlos Flores y Héctor Moreira relataron paso a paso la inspección del cadáver y las "fracturas, contusiones" y seis perforaciones, "cuatro de las cuales estaban agrupadas" cerca de la oreja. Al abrir el cráneo, los médicos se encontraron con tres piezas de hueso y "cinco proyectiles" provenientes de un "arma de fuego" que mataron a la víctima en forma "inmediata" sin que ésta mostrara "signos de defensa o de lucha", se indicó.
Las imágenes de aquella autopsia fueron emitidas días atrás por las pantallas de los canales 9 y América y por ello el defensor Alberto Cafetzoglus expresó su malestar y pidió que se averiguara cómo se habían filtrado, ante la "extrema gravedad" en la que se habría incurrido con la eventual posibilidad de una denuncia penal.
Aunque los propios jueces subrayaron que "a la prueba tuvo acceso la defensa", el tribunal ordenó una investigación administrativa que disparó, elípticamente, un nuevo enfrentamiento entre la fiscalía y la querella.
Es que Molina Pico aseguró que nunca dio ningún medio de prueba al periodismo y en cambio sugirió al tribunal que "le pregunten a los letrados defensores si no fueron ellos quienes lo entregaron". (DyN)