Prodi necesitó de los izquierdistas más extremos para derrotar a Silvio Berlusconi en las elecciones del año pasado. Pero con ellos en posiciones de poder, la capacidad de Prodi de gobernar quedó paralizada. Según los analistas, la chispa de la crisis actual surgió por una combinación de factores, entre ellos una ley electoral que no garantiza una mayoría sólida en la Cámara alta y la tendencia de extrema izquierda a "suicidarse". "Cuando se ponen troskistas en el parlamento, eso es lo menos que puede ocurrir'', señala Massimo D'Alema, un ex comunista.

Prodi asumió el cargo el 17 de mayo de 2006, tras vencer por poco al líder del centro-derecha Silvio Berlusconi en las elecciones del 9 y 10 de abril al frente de una difícil coalición de nueve partidos diferentes que van desde los comunistas hasta los moderados neocristiano-demócratas. Esas elecciones fueron las más ajustadas de la historia moderna de Italia, con una diferencia 25.000 votos, un 0,06 por ciento, que dividió a las dos coaliciones en una batalla por el control del Senado. Y Prodi se quedó con una delgadísima mayoría en la Cámara alta del Parlamento, de sólo dos escaños, que pronto quedó reducida sólo a uno cuando un senador decidió cambiar hacia la derecha. El resultado, ayudado por una complicada ley electoral aprobada por Berlusconi en las últimas semanas de la legislatura anterior, dejó a Prodi dependiendo del apoyo de varios senadores vitalicios.

Al mismo tiempo, el primer ministro se vio preso de un puñado de empecinados de extrema izquierda que criticaron constantemente al jefe del Ejecutivo por diversos asuntos, desde la participación del país en la misión de pacificación de la OTAN en Afganistán hasta la reforma de las pensiones prevista

Según encuestas realizadas rápidamente, el 70 por ciento de los italianos desearía la convocatoria de elecciones anticipadas, según las cuales el 45% votaría por Berlusconi y los suyos, frente al 35% que lo haría por el centro- izquierda de Prodi.

En otoño de 1998, el gobierno de Prodi cayó tras dos años de éxito en el poder, y entonces fueron también los comunistas los culpables. Pero paradójicamente Prodi podría adoptar una posición de mayor fuerza que la que tenía hasta ahora como resultado de la crisis. "Sólo seguiré en el poder si tengo carta blanca", fue citado ayer Prodi. ¿Lo conseguirá otra vez? (DPA/AP)