A pesar de la vigencia de los "superpoderes" del Poder Ejecutivo y de la Emergencia Económica, el Gobierno garantizó ayer que los trabajadores que elijan pasarse al sistema de reparto no sufrirán pérdidas en sus futuras jubilaciones.

Así, el administrador nacional de la Seguridad Social, Sergio Massa, aseguró que quienes elijan el sistema de reparto "difícilmente" vean afectada su futura jubilación, porque subrayó que "actualmente por ley esos recursos no pueden destinarse a otros fines".

"Hoy están bien discriminados qué son los recursos para gastos generales de los de asignación específica", afirmó Massa, al tiempo que puntualizó que "en el Presupuesto 2007 está plasmada la creación de un fondo de garantías que no permite que los recursos puedan utilizarse con otros fines".

Por su parte, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, subrayó que el proyecto del Gobierno "corregirá debilidades" que tiene el régimen previsional actual. "Le encontramos una salida racional al tema, no hicimos ningún tipo de dogmatismo, trabajamos para superar el sistema y dejar a los argentinos con la posibilidad que quien no quiera estar en el sistema de capitalización individual pueda volver al Estado", indicó Fernández.

En tanto, el titular de la ANSES estimó que "los cambios estructurales (que plantea la reforma previsional) difícilmente vuelvan atrás", e insistió con la importancia de "la afectación específica de los fondos, concepto que antes no existía, los recursos eran todos del Tesoro Nacional". Massa puso de relieve que no sólo quienes se jubilaron a través del sistema de reparto vieron reducidos sus haberes, sino que los que lo hicieron por medio del régimen de capitalización también tuvieron problemas.

En ese sentido, precisó que "de las 230 mil personas jubiladas en el sistema de capitalización, 60 mil volvieron al público porque estaba agotada su fuente individual, es decir, lo que habían juntado (en una AFJP) para su jubilación".

Así, remarcó que "es el Estado el que hoy le está pagando a esas 60 mil personas". Massa subrayó que "no es una

cifra menor: 25 por ciento de los que aportaron a las AFJP en los últimos 10 años, sufrieron el agotamiento de sus ahorros y volvieron al sistema público, y es el Estado el que les paga y les garantiza el ingreso mínimo".

En consecuencia, destacó que el nuevo proyecto apunta a "cuidar tanto al que elige el sistema público como el privado, y darles a los argentinos una posibilidad que no tenían". "La sensación de la sociedad es que había un cercenamiento de la libertad. La libertad es un valor que debe ser contemplado en todos los órdenes de la vida y el sistema de jubilación no puede ser la excepción", concluyó el titular de la ANSES.

Por su lado, Fernández puntualizó que el proyecto "corrige aspectos débiles que el sistema tiene, como el cautiverio de los afiliados, que no tienen posibilidad de pasar al régimen de reparto; y situaciones tan complejas como las comisiones, que representan un costo enorme" para el aportante. (DyN)