La embajada de Finlandia precisó ayer que en ese país el Estado no puede interferir en la actividad de una empresa privada, y advirtió que el gobierno de Helsinki le transmitió "preocupaciones" a la empresa Botnia.

"En Finlandia no se acepta que el Estado interfiera en un proyecto de una empresa privada que cumple con los requerimientos y estándares del país que recibe la inversión", manifestó ayer en un comunicado.

La información parece dirigida a los ambientalistas de Gualeguaychú quienes expresaron que se abocarían a convencer al gobierno finlandés de que convenza a la empresa que construye la planta en Fray Bentos, sobre la conveniencia de relocalizar su emplazamiento.

La comunicación oficial del país báltico expresó que el conflicto por la pastera de Fray Bentos es "un desacuerdo lamentable" entre Argentina y Uruguay, "dos países con los cuales Finlandia tiene mucho afecto y respeto". Agregó que su gobierno desea que el conflicto "se solucione lo antes posible" y que "apoya todos los esfuerzos que buscan" resolver el diferendo.

Antes de conocerse la postura oficial de Finlandia, una colorida manifestación se había realizado al mediodía a metros de la embajada nórdica en Buenos Aires, para rechazar la instalación de la pastera Botnia. La sede diplomática de la avenida Santa Fe 846 estuvo vallada a unos cincuenta metros de distancia en tanto un cordón policial reforzó el operativo de seguridad durante la protesta que se realizó sin incidentes.

Pero lo curioso fue la instalación de dos piletas plásticas que armaron en el lugar y llenaron, una con agua límpida y otra con agua sucia, para describir las diferencias que tendrá el río Uruguay si funcionara Botnia. Dentro de la pileta con agua clara, los organizadores lanzaron peces y dos niñas, una con una remera de la Argentina y otra con la del Uruguay, se metieron para jugar con su interior con juguetes. Los manifestantes llegaron con dos fletes portando las piletas desarmadas y dos tanques con agua de 200 litros cada uno. (DyN/Télam)