BUENOS AIRES (Télam).- Sin dudas fue el año Tinelli de la televisión argentina, porque arrancó mal y terminó arrasando, porque supo reinventarse a tiempo y porque volvió a demostrar que es el personaje de mayor popularidad del medio.
A tal punto que este año, el creador de "ShowMatch" demostró que está un escalón arriba de todos en el imaginario colectivo, que una encuesta reciente de la consultora Giacobe y Asociados sobre las 100 personas más influyentes del país, lo situó en tercer lugar, sólo superado por Néstor Kirchner y Cristina Fernández.
Pero lo que terminó "pum para arriba", arrasando en las mediciones de audiencia y convirtiéndose en el comentario obligado sobre la televisión local, comenzó con poco brillo y estuvo cerca de naufragar a mediados de año, cuando el ciclo mostraba signos de agotamiento y el rating no acompañaba.
Fueron los meses de la dudosa excursión a Alemania para acompañar a la Selección Nacional en la cita mundialista, cuando hubo días en que en las planillas del rating no superaron los 20 puntos.
La otra cara de un final de temporada que lo tiene como el amo indiscutido de las preferencias de los televidentes, tal como lo demuestra el hecho que desde el 9 de noviembre Tinelli lidera la audiencia en todos los días en que el programa estuvo al aire con registros superiores, o apenas por debajo de los 30 puntos.
¿Dónde estuvo la magia? ¿Cuál fue la estrategia que le permitió torcer un destino que podía condenarlo al fracaso en el año de su mayor desafío, cuando había sido llamado por Adrián Suar para levantar la alicaída performance de Canal 13 en 2005?
Sin dudas la permeabilidad de Tinelli para cambiar sobre la marcha, un conocimiento profundo de los entretelones del show televisivo, una marca que hizo valer su peso entre la tropa propia que tiene en diversos medios y una capacidad innata para sintonizar con el gusto popular.
Cuando los sketches dejaron de redituar, percibiendo que los "30 segundos de fama" con los que había levantado a Canal 9 en 2005 ya no traccionaban audiencia, Tinelli recurrió al formato importado de "Bailando por un sueño" y a través de sucesivas ediciones lo fue puliendo hasta dar con la fórmula perfecta.
A partir de entonces "ShowMatch" no sólo fue el ciclo excluyente del horario central, sino que su influencia se prolongó a la tarde y la mañana televisivas, donde los programas de actualidad y chimentos empezaron a girar en torno a los dimes y diretes del concurso de bellas mujeres y soñadores ignotos.
A partir de entonces ningún comentador televisivo pareció poder estar ajeno a las desafinadas performances de Iliana Calabró, las disputas, los deslices o las sentencias de Gerardo Sofovich presidiendo el jurado, cargo en el que fue sucedido, entre otros, por Diego Maradona.
Y nada de esto fue sin consecuencias, porque con la performance de Tinelli en el fin de temporada Canal 13 logró situarse al lado de Telefé en el liderazgo de la pantalla, estrechando las diferencias entre ambos, que pasaron de 4.8 puntos en marzo o 3.9 en junio, a 1.5 en noviembre y 0.9 en diciembre.