En los últimos kilómetros de la ruta 23, antes del asfalto de la 40 que llega a Bariloche, el paisaje cambia.
Es la estepa, donde los coirones, neneos y la vegetación achaparrada se combinan con los tradicionales rebaños de ovejas, algunos vacunos y centenares de aves. Es donde el alambrado de "cinco hilos" franquea el camino en ambos lados.
El ripio y las abundantes curvas, con subidas y descensos, obligan a disminuir la velocidad y ello permite al conductor disfrutar del paisaje, agreste y natural. El río Ñirihuau, la laguna Perito Moreno, el río Pichi Leufu son algunos de los lugares de parada obligada para deleitarse con el paisaje durante el trayecto cercano a Pilcaniyeu.
En "Pilca", su secretario de Cultura y Turismo, Miguel Angel Huenchullan, promueve que el turismo sea una alternativa más de ingreso para los pobladores de la región. Para ello elaboró un programa de acción junto al Mercado de La Estepa, de Dina Huapi, el Ente de la Región Sur y numerosos pobladores rurales, que prestarán los servicios a los visitantes.
Huenchullan detalló que comenzaron a promover el turismo hace dos veranos y que este año apuestan a captar un mayor número de visitantes. Destacó las cabalgatas, el avistaje de cóndores, el trekking y la observación de tareas de campo. También ponderó la gastronomía rural, donde el asado acompañado por panes caseros, ensaladas de huerta y los pastelitos, cosechan unánimes elogios por parte de los comensales. Explicó que su propuesta es operar grupos muy reducidos y permitir a los visitantes un contacto directo con los pobladores y el entorno natural.