ALLEN (AA)- El mal empleo de los agroquímicos o su utilización con los mínimos o casi nulos recaudos, así como la disposición inadecuada de los envases de plaguicidas es una problemática de vieja data en la región.

En plena época productiva, desde cualquier camino rural o las rutas mismas que cruzan el Valle pueden verse las curadoras en plena acción y a los trabajadores sin ninguna protección. Cerca de las viviendas de los mismos chacareros, de los obreros y de las escuelas del sector.

La cotidianeidad en la manipulación de estos productos y el tenerlos frente a la vista todo el tiempo parece hacer verlos como menos peligrosos de lo que realmente son. Es allí donde los riesgos se acrecientan.

"Es necesario tomar todos los recaudos siempre. No dejarse estar porque son en general productos de alta toxicidad", destacó María Rosa Llorens, profesional del Centro Nacional de Intoxicaciones.

"El caso de los fosforados se utiliza en muchas cosas. Todo depende de la concentración, pero la ingesta accidental del producto o de una fruta recién fumigada, así como la inhalación, pueden ser muy graves", alertó la experta.