NEUQUEN (AN).- "No creo que mi sentimiento sea de alegría, Pinochet era una de esas personas que afean a la humanidad, que ha llegado a declarar demencia senil para esquivar a la justicia y era un corrupto, mal que le pese a la derecha que lo ha sostenido".

La reflexión la hizo ayer el poeta y locutor chileno Horacio Bascuñán, radicado desde hace más de 33 años en la provincia de Neuquén. Bascuñán estuvo escondido 60 días en la precordillera chilena (Linares) y junto a un grupo cruzó cruzó caminando la cordillera de los Andes.

"Creíamos que en el camino algunos compañeros nos iban a ayudar pero no nos ayudó nadie, era el imperio del miedo. Uno de mis compañeros perdió la razón a causa de esa situación", sostuvo Bascuñán en diálogo con este diario.

"El 11 de setiembre supe que tenía que dejar mi casa bajo pena de ser ajusticiado, nos arriesgamos a cruzar en un invierno particularmente helado, tal es así que íbamos a Malargüe pero salimos al norte de Neuquén porque buscamos las zonas más bajas", recordó. Bascuñán se enteró de la muerte del dictador durante la Marcha de la Resistencia que se realizó el domingo, vaya paradoja. "Fue extraño porque llegué sin escuchar radio ni mirar televisión y me dijeron que había muerto Pinochet: pensé que hubiera sido bueno que lo alcanzara la Justicia, que hubiera pagado por lo que hizo".