El cáncer se produce debido a alteraciones de los genes responsables del crecimiento y la reparación de las células.
Esas alteraciones son el resultado de interacciones entre factores genéticos y agentes externos que se pueden agrupar en:
carcinógenos físicos, como la luz ultravioleta y la radiación ionizante;
carcinógenos químicos, como el asbesto y el humo del tabaco, y carcinógenos biológicos, como algunas infecciones por virus, bacterias o parásitos o toxinas biológicas.