Uno de cada tres enfermos de cáncer llega a la consulta médica con dolores que con el pasar del tiempo pueden convertirse en crónicos porque los consideran inevitables, alertaron especialistas dedicados al tratamiento de tumores malignos.

El médico Daniel Campos, jefe del servicio de Oncología del Hospital Central de San Isidro, sostuvo que "en las últimas dos décadas, la lucha contra el cáncer registró permanentes avances como nuevos tratamientos, más opciones y medicamentos que hicieron que hablar de cáncer haya dejado de ser sinónimo de muerte". "Pero, a pesar de ese progreso, hay una cifra estadística que lamentablemente no ha variado con el transcurso de los años: un tercio de los pacientes que llegan a la consulta oncológica lo hacen con dolor y las dos terceras partes de las personas que fallecen por cáncer también tienen dolor", sostuvo Campos.

Señaló que "desde la década del 1980 hasta hoy, hemos logrado modificar sustancialmente las pautas terapéuticas, el pronóstico y la evolución de muchos subgrupos de pacientes con cáncer".

"Sin embargo, las estadísticas del dolor se mantienen constantes y esto habla de un fracaso en nuestra comprensión y en el manejo de los pacientes", opinó Campos en un informe sobre oncología dado a conocer durante la jornada. El oncólogo indicó que "la tendencia médica es centrarnos estrictamente en el manejo de la enfermedad concreta, en sus formas orgánicas y en los múltiples tratamientos posibles".

Explicó que "el tratamiento estándar para el dolor crónico oncológico es el suministro de morfina de acción prolongada, en forma oral".

"Sin embargo, los institutos de investigación de diversas partes del mundo vienen desarrollando una amplia variedad de alternativas analgésicas que resultan muy efectivas y con menores efectos colaterales", agregó.

Por su parte, la médica anestesióloga Noemí Rosenfeld indicó que "si bien el dolor puede manifestarse con posterioridad, muchas veces, es el síntoma que lleva al diagnóstico oncológico debido a que es primera manifestación clínica". El informe médico precisó que la prevalencia del dolor crónico es entre el 30 y el 50 por ciento en los pacientes con cáncer que están siendo sometidos a tratamiento activo del tumor y de entre el 70 y el 90 por ciento, en personas con enfermedad avanzada.

Rosenfeld, quien preside la Asociación Argentina para el Estudio del Dolor (AAED), opinó que "en los pacientes oncológicos el dolor crónico es casi una constante y su etiología, puede deberse a enfermedades no malignas preexistentes o concomitantes y a la enfermedad de base, como ocurre con la osteoartrosis". Alertó que a esa particular situación se le suma otro hecho como el que "hay enfermos que se quejan del dolor oncológico sólo cuando es realmente severo, pues creen que deben convivir con él, cuando hay tratamiento".

La médica destacó que "existe un verdadero prejuicio o mito cultural que lo asocia al dolor con el cáncer e incluso se sabe que el temor a dicha asociación puede hacer que la persona oculte el síntoma, pero el dolor crónico es perfectamente manejable".

En un reciente seminario sobre el tratamiento del cáncer auspiciado por "Roche", al que asistió "Río Negro", se insistió en que la prevención es fundamental y decisiva a la hora de tratar los más de 100 tipos de cáncer que puede afectar a cualquier parte del cuerpo.

Insistieron en la oportunidad que todos los pacientes que necesitan alivio del dolor podrían recibir ayuda si se dieran a conocer los mecanismos de control del dolor y los cuidados paliativos que se pueden aplicar durante la enfermedad. (Télam y AR)