De alcanzapelotas a campeón campeón del mundo con Italia y desde ayer Balón de Oro 2006 como mejor jugador del fútbol europeo. "Para mí es un sueño hecho realidad", dijo ayer Fabio Cannavaro, tras conocer la decisión final de que él es el mejor jugador del año en Europa.
El italiano sabe lo que es empezar desde abajo. Cuando tenía 16 años lloró la derrota más dolorosa de Italia en un Mundial. El 3 de julio de 1990, el napolitano Cannavaro estaba cumpliendo un sueño. Era alcanzapelotas en el estadio San Paolo y se enfrentaban su selección, Italia, y su ídolo en el Nápoli, Diego Maradona, por un lugar en la final.
Ganó Argentina, y Cannavaro se prometió vengar algún día esa derrota. En su partido número 100 como internacional con la casaca "azurra" lo consiguió y levantó el trofeo de campeón del mundo al cielo de Berlín el 9 de julio, fecha que no olvidará nunca.
A los 33 años, Cannavaro es el capitán "azzurro" y el líder indiscutible del equipo, dentro y fuera del césped, algo que incluso reconoce el icono al que en 1990 lanzaba la pelota. "Italia debería levantarle un monumento. Es el mejor jugador del torneo", aseguró Maradona durante el Mundial.
Todo el país lo apodó como 'Il Kaiser di Germania' por su espectacular campeonato. Y hoy su actuación durante un mes en Alemania, las palabras de Maradona se vieron refrendadas en París.
La defensa italiana, en la que Cannavaro ordena y manda, sólo recibió dos tantos en contra en el Mundial, y fue un autogol de Cristian Zaccardo contra Estados Unidos y el penal que transformó Zidane para Francia en la final.
Cannavaro, que pese a sus 1,75 metros es apodado "el Grande", disputó todos los minutos del torneo y tras el Mundial huyó de la descendida Juventus, castigada por el escándalo de arreglo de partidos, para buscar fama más allá de su país, en el Real Madrid.
Estupenda colocación, seguridad en los pases y una enorme potencia de salto son las características que hacen de Cannavaro uno de los mejores defensas del mundo. Pero lo que lo hace único es que a ello suma una sutileza y limpieza únicas: en su camino a la final del Mundial sólo cometió nueve faltas en seis partidos y sólo vio una tarjeta amarilla. El propio jugador explica que su receta del éxito es sencilla. "Dormir mucho, comer bien y poco sexo".
Con la cabeza afeitada, los ojos azules y la sonrisa permanente, Cannavaro entró en su plena madurez, su mejor momento. Modelo de ropa interior de Dolce & Gabana, campeón del mundo, contrato con el Real Madrid y ahora Balón de Oro. (DPA)
