NEUQUEN (AN) - Pedro Salvatori recuerda que la primera vez que votó fue en 1963 y que ese día lo hizo por Felipe Sapag.
"Por supuesto que lo hice con mucha ilusión, era la oportunidad de quebrar la tradición de ser pobres en una tierra inmensamente rica", afirmó ayer por la mañana saboreando un café con anís en el comedor de su casa.
"Cada elección tiene su importancia, en esta interna del partido por supuesto que estamos satisfechos: hicimos la campaña en cuatro meses mientras que nuestros rivales, ellos mismos lo dicen, llevan más de tres años".
Salvatori votó a las 10.20 en la escuela 125, a apenas 150 metros de su casa. Fue caminando,junto a sus dos hijas, Andrea (36) y Alejandra (31).
Salvatori almorzó tallarines con tuco, amasados por su esposa, tal como le enseñó su mamá Agosta Simonelli hace más de 40 años. Acompañado su hijo Pancho, recibió a "Río Negro" e invitó el clásico café con anís acompañado de una torta de hojaldre y dulce de leche.
"Ha sido un año ajetreado pero estamos bien, el que quiere celeste que le cueste y sarna con gusto no pica", dijo.
El almuerzo sumó a unos veinte familiares del hasta esa hora candidato, entre ellos a sus once y 3/4 nietos. Es que falta muy poco para que nazca la nueva hija de Pancho.