CENTENARIO (ACE).- El juez federal de Bahía Blanca, Alcindo Alvarez Canale, dispuso la "prisión preventiva" del represor Santiago Cruciani y ordenó su traslado a la penitenciaría 2 de la localidad de Marcos Paz por apremios ilegales, detenciones clandestinas, torturas, desapariciones forzadas de personas y otros delitos de "lesa humanidad".

La medida se emitió el viernes, en tanto el defensor del imputado apeló la decisión judicial.

Según se informó, el fiscal federal de primera instancia Antonio Castaño y el fiscal general Omar Cañón, habían solicitado la prisión preventiva de Cruciani hace cuatro meses, tras la declaración indagatoria del ex militar, en la que se negó a declarar.

Cruciani es el represor que las víctimas de torturas en el centro clandestino "La Escuelita" que funcionó en Bahía Blanca reconocieron como el interrogador durante la tortura.

"Su voz era inconfundible: grave, fuerte, nasal y tabacal, ronca y profunda, típica de aquellas personas que fuman. En el interrogatorio -donde utilizaba el apodo de "El Tío"- siempre decía: macho contá", testimoniaron varias víctimas en 1999 durante el Juicio Por la Verdad.

Uno de ellos, el bancario Héctor Núñez, lo encontró cara a cara tras ser liberado. Cruciani, quien utilizaba un documento apócrifo con el nombre de Mario Mancini (y se hacía llamar Mayor Mancini cuando estaba a cargo de cuartel de inteligencia en Bahía), siempre vestía jeans y camisa o chomba, es de ojos

claros, tenía un bigote grande, una calvicie pronunciada, caminaba encorvado y tenía una tos crónica por su adicción al tabaco, describió.

Otra de sus víctimas, Fernando Chironi, asistió a la primera citación judicial que tuvo en el 99 "sólo para ver su cara, porque tengo gravadas su voz, su forma de hablar y algún perfil", dijo entonces.

Pero el militar retirado vivía en Mendoza y se negó a viajar; la Cámara Federal de Bahía Blanca se constituyó en Mendoza y ante la Justicia el ex militar se negó a jurar decir verdad; fue arrestado por su reticencia y luego la cámara de casación penal le concedió la excarcelación.

Con la reapertura de las causas penales por la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, la Justicia lo citó a indagatoria -estaba en Mar del Plata- y lo detuvo en la delegación de la policía Federal en julio.

En su fallo, el juez federal Canale lo consideró "partícipe necesario en 38 casos "de delitos de lesa humanidad".