"Son otros tiempos los de los chicos y hay que respetarlos" explica Oscar Muñoz, coordinador y capacitador de la provincia en huertas orgánicas.

"Primero hicieron la almaciguera para hacer los plantines, luego los trasplantaron a la huerta", continua.

Es un cultivo orgánico, sin plaguicidas ni agroquímicos y "todo lo hicieron los chicos" aclara Oscar. Ahora anexaron lombricultura y lobricompuesto, además de una pequeña granja que ya tiene pollos doble pechuga, ponedoras y conejos.

"El objetivo es que los chicos tomen conciencia del cultivo orgánico colaborando con el medio ambiente, no contaminando, no erosionando el suelo y respetando los pilares de los cultivos orgánicos: la asociación, la rotación y el abono compuesto" explica Oscar.

El proceso no fue fácil ya que hubo que empezar de cero explicándoles que la planta es un ser vivo que necesita el cuidado de ellos, continua Oscar. "La idea es que puedan completar el ciclo. Que obtengan sus propias semillas, lo que significa calidad porque ellos eligen la mejor planta para reproducir". (AR)