SIERRA GRANDE (ASG).- Los vecinos de Sierra Grande manifestaron ayer que quieren que el PCB sea erradicado definitivamente de la ciudad. Lo hicieron en una marcha que concentró a poco más de 400 personas ayer a la tarde.
Fue una manifestación donde había diferentes sectores representados, entre docentes, hospitalarios, comerciantes y, fundamentalmente, se sintió la presencia de muchos estudiantes de las escuelas primarias, secundarias y jardines con pancartas y carteles que unánimemente pedían "No al PCB".
La marcha concluyó en la plaza San Martín, donde varios oradores dieron el punto final a la convocatoria que nació por la preocupación generada por el derrame del líquido contaminante en un depósito que tiene la Minera Sierra Grande.
De allí salieron varias propuestas que serán puestas en consideración esta semana. Entre esos puntos piden que el Codema explique en una asamblea pública las condiciones en las que se encuentra el tóxico en los depósitos. Algunos pidieron incluso una audiencia pública para tratar el tema.
Una de las oradoras fue Noemí Silva, viuda del ex concejal Fidel Arce, que murió como consecuencia de una leucemia fulminante y sospechando que contrajo su enfermedad por el contacto con el PCB mientras trabajó en Hipasam. "Perdí a mi esposo por la causa del PCB y hoy quiero un pueblo limpio por mis hijos y los hijos de ellos", sostuvo a viva voz.
La mujer pidió que se realice un registro con todos los enfermos de cáncer que hay en Sierra Grande como así también de todos los casos de Tiroides que hay. Junto a ella estaba su hija Carla Arce de 15 años, que también se sumó a la marcha en memoria de su padre.
Otra de las propuestas que surgió de la asamblea fue la presentación de un borrador de un amparo colectivo que acercó el legislador Javier Iud, que pide que se realicen las obras para prevenir los perjuicios que pudiera causar el derrame de PCB y para que la empresa Minera Sierra Grande y el Estado provincial tramiten un certificado de impacto ambiental relativo a los hechos.
La palabra de la minera
Mientras los vecinos se organizaban para la marcha, la minera, a través de su presidente, Jaime Brown, habló por los medios locales. El ejecutivo de la compañía asumió la responsabilidad por los problemas de seguridad que había en el depósito que se encuentra cerca del casco urbano donde se derramaron 150 litros de PCB tras el robo del cobre de dos autotransformadores. "Tenemos la responsabilidad de mantener la seguridad en el polvorín, pensamos que ninguna persona iba a hacer lo que hizo, pero pasó" , sostuvo.
Para la remediación del incidente, explicó Brown, la minera contrató a la empresa Escudelati & Asociados, especializada de la ciudad de Bahía Blanca, que realiza esa labor con el monitoreo constante del Codema. La empresa ya realiza tareas de absorción y posterior remoción de adoquines manchados con PCB.
Brown admitió las fallas de la empresa pero se comprometió a realizar un portón seguro en el acceso al depósito.