Los declarantes estuvieron de acuerdo en que un periodista los entrevistara en Mar del Plata para que ratificaran personalmente lo que habían declarado por teléfono. El periodista viajó e hizo una cita con ellos, no sin antes advertirles que se harían fotos y pedirles que llevaran sus documentos de identidad. Al cabo de varias horas de espera sin que aparecieran, Castillo, requerido por teléfono, manifestó que no irían porque no querían fotos ni exhibir sus documentos. No obstante, en una nueva conversación telefónica Miranda ratificó sus dichos y reiteró sus protestas.