La visita de Argentina a Murcia sirvió, pero no cómo se esperaba.

Por un lado, no hizo más que alimentar los interrogantes en torno al segundo ciclo de Alfio Basile al frente del seleccionado nacional. Por el otro, le dio aire al DT español Luis Aragonés, sumergido en un océano de críticas tras las dos derrotas al hilo por la Eurocopa.

No fue un partido amistoso más para la selección. Primero, porque era el bautismo sin Juan Ramón Riquelme timoneando el barco. Por el otro, porque se hacía necesario lavar la pobre imagen del debut contra Brasil (0-3).

Ninguno de esos objetivos se cumplió. El equipo jamás encontró un capitán y siempre fue una nave a la deriva. Es más, sobre el final este equipo español (que no es ninguna maravilla) le hizo precio y sólo terminó ganando 2 a 1.

El diagnóstico tiene pocas buenas noticias. Apenas que el capitán Roberto Ayala igualó el record de 106 partidos con la casaca albiceleste, que ostentaba en soledad el "Cholo" Simeone.

Desde lo futbolístico, se podría decir que Basile le dio el gusto al grueso de la patria deportivo y puso en cancha a los más pedidos (Federico Insúa, Pablo Aimar, Carlos Tevez, Lionel Messi, Javier Saviola y Sergio Agüero). Pero estos "chiquitines" naufragaron en la mediocridad general.

El partido arrancó con el equipo argentino mejor ubicado sobre el terreno de juego. Sin embargo, España despertó y las primeras oportunidades de gol fueron suyas. Primero fue Angulo y luego Torres los que tuvieron las chances del partido en un terreno, el del Nueva Condomina de Murcia, decididamente impresentable. Prácticamente a cada movimiento de los jugadores, el césped se levantaba.

A la media hora de juego comenzaron los cinco mejores minutos de partido. Primero Angulo fu el que llevó peligro hacia el arco del 'Pato'. Luego fue Argentina quién respondió a través de Messi, que erró por poco. Y segundos más tarde llegó el primer gol

Xavi sacó una 'bomba' desde afuera del área al que no pudo llegar Abbondazieri. La alegría le duró poco a la hinchada local. A la jugada siguiente, Bilos (que reemplazó al lesionado Maxi Rodríguez), recibió una gran asistencia de Insúa y puso el 1-1.

Argentina se pudo poner en ventaja, pero Tevez no supo aprovechar un pase en profundidad de Messi en medio de la defensa local, y remató desviado.

En la segunda mitad, la danza de los cambios favoreció claramente a España. La entrada de Xavi Alonso por Albelda le dio más criterio en el movimiento del balón y a los 18 encontró la diferencia, que sería definitiva.

Villa aprovechó un penal cometido por Ayala sobre Iniesta y los locales se pusieron arriba para tranquilidad de Aragonés.

Argentina perdió precisión y profundidad y ni siquiera la entrada de Saviola y Agüero por Tevez y Messi dio otro aire al equipo, que aún no conoce la victoria con Basile, que tendrá que intensificar su trabajo si no quiere verse cuestionado antes de tiempo.