VIEDMA (AV)- "Todo es motivo de investigación". Esa fue la única respuesta del jefe de la Policía de Río Negro, Jorge Ucha, al ser consultado por "Río Negro" sobre la imputación contra dos policías por la brutal golpiza propinada a un hombre a la salida de un boliche bailable en Regina, situación que lo puso al borde de la muerte.

El hecho ocurrió hace dos meses pero la investigación, por lo señalado por el jefe policial, no ha llegado aún a ninguna conclusión porque los efectivos siguen cumpliendo funciones.

La Defensora del Pueblo, Ana Piccinini, convocó ayer a su despacho al ministro de Gobierno, Iván Lázzeri; al secretario de Seguridad, Miguel Bermejo y al jefe de la Policía, Ucha, quien concurrió acompañado por la plana mayor.

El tema de seguridad fue el eje central del encuentro tras el cual la Defensora aseguró que mantendrá una posición crítica "cuando algún integrante de la Policía cometa algún abuso" para exigir a las autoridades las medidas correctivas del caso. Anunció que se producirá una reforma normativa para que la conducción de la fuerza de seguridad pueda tomar resoluciones en forma inmediata.

Acerca de la feroz golpiza no se señaló nada en particular luego de la reunión, sobre la que Piccinini indicó que tuvo el propósito de "compartir algunos conceptos e implementar una estrategia de trabajo conjunta en materia de seguridad y por el respeto de los derechos humanos en la provincia".

Consideró importante "velar por la seguridad, pero que también lo es que el accionar policial esté dentro del equilibrio y que no se cometan abusos".