"En cárceles de El Salvador, donde hubo detenidos-desaparecidos, aparecen fragmentos de mis canciones, escritas como propias de ellos. 'El río está llamado' era un símbolo, me lo confesaron muchos sobrevivientes, abría la radio 'Venceremos' del Frente Farabundo Martí, en versión del Quinteto Tiempo. Y, desde 1973, se metió con la gente que la hizo propia. Durante toda la guerra, los 80 y más, fue tomada como estandarte. Yo caminé por la Universidad de El Salvador donde hay pasajes de esa canción pegados en la pared. El día que entran en ese centro de estudios y matan a seis sacerdotes jesuitas, ajenos a la guerrilla, pedazos de 'El río está llamado' quedaron esparcidos en el piso; los rompieron allí".
Recordó también Julio y los ojos se le llenaron de lucecitas, a cuarenta años de su comienzo profesional, treinta y nueve del primer simple solista y uno menos del debut en Cosquín. (E.R.).