CIPOLLETTI (AC)- El fiscal y el querellante trataron de minimizar el resultado de la última pericia realizada en Chile para formular su pedido al Tribunal. Valoraron las demás pruebas balísticas e indicios incorporados en la causa para requerir la pena de prisión perpetua para Fabián González, a quien consideraron "partícipe primario" de la muerte de Yanet Opazo y de la tentativa de homicidio de Claudina Kilapi.

La acusación casi no habló del IBIS, el equipo utilizado en Chile para realizar la novena pericia.

El primer alegato fue el del querellante Alejandro Silva, quien teniendo en cuenta el fallo del Superior Tribunal de Justicia en la causa de la masacre del laboratorio, dijo que los jueces "deberán dar preferencia a una pericia sobre otra". Se encargó así de remarcar las que servían para su interés, es decir las que apuntan al arma de González.

Pero los camaristas tienen ahora un "empate" por así decirlo. Tres pruebas afirman que fue el arma de González y tres que fue la de Kielmasz. Una séptima que dijo que hay un 70 ú 80% de probabilidad que sea la de González, otra que dijo que el proyectil no se podía peritar y la última que ninguno de los dos revólveres se utilizó en el hecho.

Son nueve, pero ahora con una diferencia. Sólo una de ellas -la última- se realizó con el sistema IBIS, una moderna tecnología que aún no se encuentra en el país.

"La pericia, como cualquier otra prueba debe ser analizada por su valor intrínseco y por el conjunto de la prueba", detalló Silva. Remarcó que en esta causa "los indicios son muy fuertes y en cantidad". Los agrupó en anteriores, concomitantes y posteriores.

En los primeros habló de la pretención amorosa que tenía González con Yanet Opazo, quien "no quería saber nada" de esta relación, y mencionó el temperamento "agresivo y amenazante" del imputado, entre otros datos. En los concomitantes, sostuvo que González "se aseguró cuál fue el resultado de estos hechos". Esto por la presencia del imputado en el lugar. Y en los posteriores, remarcó la actitud evasiva que tuvo con la familia Kilapi, las contradicciones en sus dichos por la entrega del arma y los dichos respecto de que habría pagado 200 pesos para que cometieran el crimen.

El fiscal Galeano se mantuvo en la misma línea pero con un alegato mucho más extenso y agotador, en el que detalló qué dijo cada uno de los testigos. "Todos los testigos hablaban de González", insistió.

En cuanto a la pericia realizada en Chile, consideró que "sirve como un motor de búsqueda, como un sistema de descarte", pero no le dio entidad suficiente. Hasta comparó esta búsqueda con la que puede realizar por ejemplo un buscador como Yahoo en Internet. "Las pruebas deben ser evaluadas en su conjunto", enfatizó.

Dijo -como lo hizo en la requisitoria fiscal- que el embalador de 39 años "fue quien le facilitó su arma al asesino".