Para sectores de la oposición los cambios son evidencia de que la sucesión está en marcha. Diplomáticos y analistas internacionales opinan que la cesión del poder temporal es una especie de "ensayo general" para el caso de la muerte de Fidel, decano de los gobernantes del mundo, con 80 años.
"Ya se perfila un nuevo gobierno, una combinación de viejo liderazgo y nuevos administradores, entre duros y pragmáticos. La hora de Fidel Castro ha terminado". Está definida la sucesión y Raúl es el gobernante silencioso que conforma un nuevo equipo", dijo a la AFP el historiador Manuel Cuesta, de la oposición moderada.
"Diría que (el designado Valdés) es un individuo de total confianza, lo mismo de Raúl que de Fidel, de ambos. Prefiero que esté en una cuestión de computadores, de comunicaciones a que esté en una cuestión represiva", opinó el ex comandante Eloy Gutiérrez Menoyo, también opositor. (AFP)