NEUQUEN (AN) - A más de un año del acuerdo de renegociación del contrato y a cinco meses de su convalidación legislativa, el tercer puente entre Neuquén y Cipolletti sigue siendo una estructura que, aunque terminada, no comunica a ningún lado. Hasta ahora no se construyó ni un centímetro de los accesos al nuevo cruce, y eso que todas las mañanas en las cabinas de peaje de los cruces actuales el tránsito forma un cuello de botella.

Aunque en la empresa concesionaria, Caminos del Valle, afirman que todo marcha sobre ruedas y que los organismos nacionales ya están trabajando en las licitaciones, la realidad muestra que de las inversiones previstas en el acuerdo de renegociación con el gobierno federal se ejecutó apenas una parte muy pequeña, la correspondiente al tercer puente propiamente dicho.

De todos modos, la estructura que cruza el río Neuquén no está del todo completa porque se precisa avanzar en los accesos para ponerle fin a los trabajos.

Lo que Caminos del Valle y la Nación negociaron fue un replanteo de las inversiones previstas en el contrato original debido al impacto de la devaluación y los efectos inflacionarios sobre ese acuerdo. Lo que no se modificó fue el plazo de la concesión ni el precio del peaje.

La audiencia pública de esa renegociación se hizo en junio del año pasado en Cipolletti. Se escucharon allí pocas voces, pero la mayoría fueron críticas a los cambios en el contrato.

En agosto de 2005 la Unidad de Renegociación y Análisis de los Contratos de Servicios Públicos (Uniren) llegó a un entendimiento con la empresa y se elevaron los expedientes al Poder Ejecutivo y, más tarde, al Congreso, de donde salió sancionado de hecho en abril de este año.

Durante estos casi cinco meses, el acuerdo Caminos del Valle-Uniren estuvo en el despacho del presidente Néstor Kirchner para su aprobación, previo paso por dos ministerios.

Para completar la nueva vinculación entre ambas ciudades no es poco lo que falta por más que parezca una picardía que esa mole de cemento y hierro que ya está levantada no pueda usarse.

Los accesos desde ambas jurisdicciones y las respectivas rotondas suponen enormes inversiones porque además de los materiales y la mano de obra, es preciso expropiar una decena de chacras en producción de ambos lados del río.

La empresa debe volcar sus inversiones al tercer puente propiamente dicho y a la recuperación de la deteriorada Circunvalación de Cipolletti, pero no para mantenerla en condiciones bajo su concesión sino para librarse de ella y restituirla a la comuna que conduce Alberto Weretilneck.

El resto del dinero que falta correrá por cuenta de la Nación.

El futuro tercer puente se conectará con la ruta nacional 151 en Cipolletti a la altura de la Circunvalación, pero el punto equivalente del lado neuquino es Rincón de Emilio, un sitio que se quiere preservar del ingreso masivo de tránsito. Por ello, la conexión con al ruta 7 será a la altura del Cañadón de las Cabras.

El gerente de la empresa concesionaria, Jorge Fernández, mostró, para refutar las imputaciones de atrasos, los avances de los últimos meses y explicó los nuevos escollos que significarán tareas adicionales. Dijo que la municipalidad neuquina pidió analizar la posibilidad de que la intersección entre el acceso al nuevo puente y la ruta 7 sea elevada, no con una simple rotonda.

Además adelantó que el Organo de Control de Concesiones Viales de la Nación (Occovi) encomendó al Tribunal de Tasaciones la actualización de los valores de las chacras a expropiar.