ROSARIO (Enviado especial, Claudio Rabinovitch) - Tras una agotadora jornada de más de siete horas, la Convención Nacional del radicalismo tomó dos drásticas decisiones: Puso únicamente a cargo del presidente del partido, Roberto Iglesias, la misión de realizar alianzas con otras fuerzas políticas o candidatos. Y exhortó a los distritos del interior a acatar las decisiones de la conducción partidaria, bajo el riesgo de no poder representar a la UCR, ni utilizar símbolos partidarios.

Incluso, al dejar en manos tanto del Comité nacional, como de los de provincia, "adoptar las medidas administrativas, políticas y/o jurídicas que fueran necesarias", implícitamente se habilitó a los cuerpos orgánicos a intervenir las jurisdicciones rebeldes.

Es decir, el ex gobernador Iglesias podrá profundizar acuerdos y abrir el diálogo a diferentes sectores, cuestiones que quedarán expuestas a la deliberación de una nueva Convención, pero una vez aprobadas las mismas, deberán ser asumidas por los dirigentes del radicalismo sin margen para no cumplirlas.

"Esto implica que cuando llegue el momento, los radicales que apoyen la candidatura presidencial de Néstor Kirchner tendrán que dar un paso al costado del partido", afirmó exultante el senador nacional jujeño, Gerardo Morales. Ello porque además, en el documento final, se expresa que como partido nacional la UCR tendrá "total autonomía política y funcional con el actual gobierno, constituyendo una organización política de oposición y alternativa", aspecto que contó con la adhesión unánime.

La decisión de otorgarle a Iglesias el mandato para concretar acuerdos fue objeto de una intensa deliberación ya que otros convencionales defendían una integración cuatripartita ( además de Iglesias, por el titular de la propia convención, Adolfo Stubrin y por los jefes de bloque en el Congreso Nacional, Ernesto Sanz y Fernando Chironi).

Pero primó la atribución a Iglesias por una cuestión de agilidad y por ser uno de los dirigentes más respaldados como una cara capaz de encarnar un renovado radicalismo.

El ex gobernador de Chaco, Angel Rozas, respaldó el nuevo rol que adoptará Iglesias y la atribución concedida al titular del Comité Nacional satisfizo incluso a Margarita Stolbizer, quien calificó al dirigente mendocino como a uno de los únicos de sus pares en el que puede sentir confianza para negociar en nombre del partido.

Ello más allá de que Stolbizer mantuvo a media tarde un duro cruce de opiniones con Iglesias por entender que era necesario llamar a la Convención a un cuarto intermedio.

En definitiva resultó una especie de transacción dado que Stolbizer rechaza que haya que concederle la candidatura a Roberto Lavagna como piensan Sanz y Chironi y en lo que Iglesias no ha sido tan drástico.

Lavagna avanza

De todos modos la opinión mayoritaria fue que la potencial postulación de Lavagna salió fortalecida. No porque goce de un respaldo categórico, sino porque aparece la visión generalizada de que en el corto plazo no hay otras postulaciones viables en el horizonte.

"Lavagna aún no oficializó su candidatura, pero se perfila para hacerlo", coincidieron varios consultados que consideran que de todos modos hay que esperar.

A su vez, la presencia que la primera plana del socialismo hizo durante la inauguración de la cumbre en el Sindicato de Luz y Fuerza, alienta -en la visión de los delegados radicales- la posibilidad de ampliar la coalición opositora.

Incluso Raúl Alfonsín en el acto realizado en el club rosarino Sportivo América el viernes por la noche convocó los correligionarios a tomar como ejemplo al Frente Progresista que conduce Hermes Binner y que de la mano de Miguel Lifschitz sigue gobernando la ciudad de Rosario.

Luego de la resolución de ayer se conocieron otras disposiciones como ratificar el Comité de Etica encabezado por Hipólito Solari Yrigoyen que se había puesto en marcha cuando varios legisladores votaron con el kirchnerismo la reforma del Consejo de la Magistratura.

La resolución acompañó también un documento en el que se advierte sobre el ejercicio ilimitado del poder y los desequilibrios institucionales que "están dando paso a un despotismo electivo", más allá que en el texto se daba cuenta de la excelente oportunidad de profundizar la democracia de la mano del crecimiento económico.

Durante el desarrollo del debate se produjeron algunos momentos de tensión.

Por un lado flotaba el temor de que se postergue un toma de postura. Fue entonces cuando el "Changui" Cáceres, expresó: "Una declaración de aquí tiene que salir, sino los medios nos cocinan y el gobierno nos quiere destruir". Entonces tronaron los aplausos.

Más allá de las ovaciones hacia algunos de los oradores, el único cántico que ofició como una especie de desahogo fue "Cobos, Cobos botón, sos la p... barata del presidente de la Nación" El misionero Mario Losada, Eduardo Santín, Antonio Berhongaray, Juan Manuel Casella, Jesús Rodríguez, Angel Rozas, Ricardo Alfonsín (hijo), además de los mencionados Iglesias, Sanz, Stolbizer, Cáceres, fueron algunos de los destacados.