Miles de personas se manifestaron ayer en París para exigir una regularización global de indocumentados, entre ellos muchos africanos, mientras que las autoridades francesas aumentan las expulsiones.
Unas 4.000 personas, según los organizadores, y 2.200 según la policía, se concentraron frente a la iglesia de Saint-Bernard, de la que fueron expulsados a la fuerza varios centenares de clandestinos hace diez años. El cortejo desfiló hacia el centro de París portando pancartas con leyendas como "Sí a la regularización, no a la clandestinidad".
Dos candidatos declarados a las elecciones presidenciales de 2007, Olivier Besancenot, de la Liga Comunista Revolucionaria, y la trotskista Arlette Laguiller, de Lucha Obrera, se encontraban entre los manifestantes. Otras manifestaciones tuvieron lugar al mismo tiempo en otras ciudades francesas, en especial en Marsella (sur), donde se concentraron algunos centenares de personas. El ministro francés del Interior, Nicolas Sarkozy, quien se opone a una regularización masiva de indocumentados, se fijó como objetivo el aumento este año del número de expulsiones de 20.000 a 25.000, en el marco del refuerzo de las medidas contra la inmigración clandestina.(AFP)